Efesios 3,14-20 Una de las cosas que mas le agradezco al Señor, es haberme dado el regalo de la Oración. Orar es una gracia, es algo que nos llega, sin que lo merezcamos, simplemente porque a Dios le parece bien revelarse a traves de su Palabra en nuestra vida. En el diálogo con Dios, El se va revelando, y nosotros le vamos conociendo. Antes de conocer la oración, habian pasado muchos años de mi vida sin conocerle realmente, desde niña habia aprendido a rezar, pero siempre le sentia distante: El, alla en los cielos, y yo en la tierra, separados Uno del otro. Nunca me habia imaginanado que podia llegar a tener una relación tan maravillosa con El, que estaba mas cercano de mi que yo misma, que pudiera llegar a conocerlo, a amarlo con todo mi corazon y desear estar con El todo el tiempo, y que llegue a ser mi Padre, mi Prioridad en todo instante de mi vida. “Pensando en todo esto doblo las rodillas en presencia del Padre, al que se refiere toda patria en la tierra y ...
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