Y quién es mi prójimo?
Un Maestro de la Ley, se acercó a Jesús para preguntarle: “Maestro, que debo hacer para conseguir la Vida Eterna? Jesús le dijo: Qué esta escrito en la Escritura? Que lees en ella? El hombre contestó:
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
Jesús le dijo “Excelente respuesta” “Haz eso y vivirás”. El otro que quería justificar su pregunta, replicó: “Y quien es mi prójimo?”
Jesús le empieza a enseñar al Maestro de la Ley con una Parábola, que el amor a Dios y al prójimo van juntos, no podemos decir que amamos a Dios, si no amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
“Jesús empezó a decir: “Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto”.
Nuestra relación con Dios si es verdadera se demuestra en momentos de necesidad, si decimos que amamos a Dios debemos tambien amar a nuestros hermanos, el amor al hermano se demuestra cuando él mas lo necesita.Por eso Jesús para enseñarnos quien es el prójimo, ha escogido a una persona que esta medio muerta porque la han asaltado, la han herido, le han robado hasta su ropa. Le habían despojado de todo.
Dios es Amor, y por eso nos manda amarnos unos a otros, “Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios, el que no ama,no ha conocido a Dios” 1Jn 4,7
Fijense como conoceremos si amamos a Dios:
“Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vio, tomo el otro lado y siguió. Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, tomo el otro lado y paso de largo”.
Dice San Juan: si uno goza de riquezas y cierra su corazón cuando ve a su hermano en apuros. Cómo puede permanecer en él, el amor de Dios?... Hijitos,no amemos con puras palabras y de labios para afuera, sino de verdad y con hechos” 1Jn,3,17-18
Hay una expresión muy común cuando no entendemos alguna circunstancia especial, decimos: “fue casualidad”, yo pienso que la casualidad, como todo, es cosa de Dios que dispone todo para bien de los que ama y lo aman.
El dispuso que pasaran dos personas un sacerdote y un levita, para ayudar al hombre que estaba en grandes apuros, pero ellos evaden la situacion, para no comprometerse, o porque estaban muy apurados, lo cierto es que no sienten compasión al ver al hombre tirado en el camino.
Dios cuando nos ha creado nos ha hecho libres, pero muchas veces no sabemos usar nuestra libertad, vivimos pegados a la Ley, hablando de Dios pero sin vivir con El. Por eso no tomamos las decisiones correctas, porque no le preguntamos a Dios... Que quieres que haga en esta situación?,
De nosotros depende elegir si ayudamos o no al prójimo. Dios nos pone frente a la situacion, “por casualidad”...justo a la hora que alguien nos necesita.
“Un samaritano tambien pasó por aquel camino y lo vio; pero este, se compadeció de él. Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó”.
Es un samaritano, un extranjero, que se compadece y se compromete completamente con el hombre herido. Cual fue la diferencia, porque este samaritano si se quedó a ayudarle? Porque no pasó de largo, porque no cruzó a la acera del frente? Porque él se compadeció, y el sacerdote y el levita no?
El samaritano no conoce quiza mucho de la Ley, pero hace lo que su corazón le marca, escuchó desde su interior la voz de Dios que le decia “Ayúdame” desde allí supo que tenía que hacerse cargo de esta persona.Todos tenemos en la conciencia grabada la Ley del Amor, “lo sabemos por el Espiritu que nos ha dado” 1Jn 3,24
“Despues lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargo de cuidarlo. Al dia siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciendole: cuídalo, y si gastas de más, yo te lo pagaré a mi vuelta”.
...El Maestro de la Ley habia estado escuchando a Jesús muy atentamente y ...
“Jesús entonces le preguntó: “Según tu parecer, cual de estos tres fue el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?
El Maestro de la Ley contestó: el que se mostró compasivo con él “ Y Jesús le dijo: “Vete y haz tu lo mismo”
Asi de sencillo, si ya te diste cuenta que ser el Prójimo de alguien es ser compasivo con él, entonces ya conoces el Amor, ya tienes la Vida Eterna.”
Todos tenemos capacidad para reconocer el bien, el Maestro de la Ley, se da cuenta de la diferencia en el comportamiento de los tres hombres, porque en su interior también habita el Bien.
Cuando Jesús empieza con el relato del Buen Samaritano, no dice:“ Bajaba “alguien” por el camino, Jesús dice “Bajaba un hombre por el camino”. Un hombre que puedes ser tú o yo, es la humanidad entera que pasa por estas situaciones: de sufrir de asaltos, de golpes, de quedar medios muertos, en la calle, en el trabajo, en la casa inclusive, y quiere enseñarnos que nunca nos va a dejar, que debemos ser el prójimo unos de otros, el hermano que demuestra el amor de Dios poniendolo todo como lo hizo Jesús.
Jesús es el Buen Samaritano que se compromete con nuestra vida hasta el final hasta entregar su propia vida para curar las heridas que nos ha dejado el pecado. “Jesucristo, entregó su vida por nosotros: y en esto hemos conocido el Amor, ahora tambien nosotros debemos dar la vida por los hermanos” 1Jn3,16
Es necesario reconocer que mientras estoy de camino, debo tener la mirada atenta hacia los demás porque voy a encontrar siempre a mi lado a quien ayudar. La Parabola del Buen Samaritano, nos enseña que no basta quedarse en la compasión, el samaritano a pesar de lo peligroso del camino, se detiene a ayudar. Y si no puede continuar le encarga a alguien que se haga cargo, pero no lo suelta como un deber cumplido y acabado.
Ahora que ya sabemos quien es mi prójimo, nos toca empezar a vivirlo....Pero como lo vamos a hacer?, Algunos podemos pensar que es muy dificil.Dice la Palabra:
“Este mandamiento que yo te doy, no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance.
No esta en el cielo para que puedas decir: Quién subirá al cielo y nos lo traerá? Entonces escucharemos y lo pondremos en práctica”. Tampoco esta al otro lado del mar para que tengas que decir. “Quien pasará hasta el otro lado y nos lo traerá?. Entonces escucharemos y lo pondremos en práctica” Todo lo contrario, mi palabra ha llegado bien cerca de ti: ya la tienes en la boca y la sabes de memoria, y solo hace falta ponerla en practica” Deut 30,11-14
Tenemos a Jesús que mora dentro de nosotros, no está lejos, desde alli nos quiere viviendo la Palabra, no basta conocerla o saberla de memoria, solo hace falta practicarla.
Nuestra Madre es ejemplo de ayuda al prójimo, apenas sabe que “su parienta Isabel se encuentra en el sexto mes de embarazo...tomó su decisión y se fue, sin mas demora a una ciudad ubicada en los cerros de Judá” Luc 1,36.39
Ella fue movida por el Espíritu Santo que moraba en ella a auxiliar a Isabel, sin medir los riesgos, sin calcular lo que pudiera pasarle, por eso Nuestra Madre nos enseñará si se lo pedimos a correr a cualquier lugar donde nos necesite Nuestro Señor para hacer llegar su Misericordia al prójimo.
Lecturas:
Lucas 10,29
Deut 30,11-14
Luc 1,36.39
1Jn 3,16-24
Dios nos bendiga.
Nila
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