La Fragua es meterse en la anchura y profundidad del conocimiento de Dios.


Efesios 3,14-20

Una de las cosas que mas le agradezco al Señor, es haberme dado el regalo de la Oración.
Orar es una gracia, es algo que nos llega, sin que lo merezcamos, simplemente porque a Dios le parece bien revelarse a traves de su Palabra en nuestra vida.
En el diálogo con Dios, El se va revelando, y nosotros le vamos conociendo.

Antes de conocer la oración, habian  pasado muchos años de mi vida sin conocerle realmente, desde niña habia aprendido a rezar, pero siempre le sentia distante: El, alla en los cielos, y yo en la tierra, separados Uno del otro.

Nunca me habia imaginanado que  podia llegar a tener una relación tan maravillosa con El, que estaba mas cercano de mi que yo misma, que pudiera llegar a conocerlo, a amarlo con todo mi corazon y  desear estar con El todo el tiempo, y que llegue a ser mi Padre, mi Prioridad en todo instante de mi vida.

“Pensando en todo esto doblo las rodillas en presencia del Padre, al que se refiere toda patria en la tierra y toda familia celestial, pues “patria” viene de “padre”.

Ya para mi no hubo lugar en la tierra donde no estuviera El, en cualquier país, en cualquier lugar le podía encontrar junto a mi, en cualquier situación, alegre o dolorosa  El estaba siempre conmigo,  acompañándome, mi universo se convirtió en el Reino de Dios.

Al contemplar mi vida de antes, y la de ahora, los cambios son enormes, tan grandes que ni yo misma me conozco, hay una canción de Domenico Modugno, que me ayuda mucho a mirar mi vida despues de conocer a Dios:

“Mas...?Cómo has hecho para que me enamore tanto?...tanto?... me miro en el espejo y me pregunto si esa de alli soy yo... has convertido mi vida en una espera para tenerte.”

Cada día espero estar con El, porque en la oración, El me va acercando más a Si, para volver a ser su imagen, su semejanza, dia a dia  va transformando mi vida.

La oración con la Palabra de Dios ha sido y es la fragua donde ha ido sacando mis pensamientos y poniendo los suyos; los sentimientos que me llevaban por otros caminos El los ha ido enderezando, mis vacios, los ha ido llenando, mis valores, mi voluntad, todo en mi vida El la va modelando, para morir yo, y para que El viva en mi.

Mi alfarero, no se cansa no descarta mi barro cuando se raja, al contrario, El va fortaleciendo mi interior, con renovadas fuerzas para emprender de nuevo el camino, para ir edificando mi vida conforme a su voluntad, a su gusto.

Que Cristo habite en sus corazones por la fe, que esten arraigados en el amor y en el puedan edificarse.

Por eso al mirar mi vida de atrás, le pido al Señor poder conocerle cada dia mas, porque muchas veces me encuentro con que no le conozco, cuando me falta fe, cuando los problemas quieren superarme, entonces busco arraigarme en su Amor, prenderme de la Palabra,  en esos momentos de flaqueza lucho por no soltarme.

Cuando pasa el temporal, las aguas se calman, me maravillo nuevamente porque su amor y su misericordia no tienen un limite para decir ya le conozco, solo le puedo decir ¡Señor tu amor supera todo conocimiento!

Que sean capaces de comprender, con todos los creyentes, cuan  ancho y cuan largo, y alto y profundo es, en una palabra, que conozcan este amor de Cristo que supera todo conocimiento.

A Dios solo le podemos amar de verdad, gozar de toda su Plenitud, cuando lo conocemos, "Nadie puede amar lo que no conoce" diría San Agustín.

Ahora es tiempo de conocer, tiempo de enamoramiento, tiempo de relación íntima y amorosa con nuestro Dios, tiempo de alcanzar esa plenitud que nuestro corazón esta ansiando y que va buscando por cualquier parte.

 En fin que queden colmados hasta recibir toda la plenitud de Dios,
A Dios cuya fuerza actua en nosotros y que puede realizar mucho mas de lo que pedimos o imaginamos, a el la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amen, Efesios 3, 14-20

Nos esta esperando una vida nueva, si hasta ahora nos ha faltado fe, esperanza amor, es porque talvez nos falta oración, encuentros frecuentes con nuestro  Amado del alma.
Nos falta este tipo de conocimiento que se consigue por la Palabra y el Amor.

Nuestra Madre,  en su canto del Magnificat dice:

El Poderoso ha hecho grandes cosas por mi: ¡Santo es su Nombre! Colmó de bienes a los hambrientos y despidio a los ricos con las manos vacias” Luc 1,49

Que Ella nos de la gracia de ponernos en actitud de humildad, actitud de  hambrientos de la Palabra de Dios que nos lleve al conocimiento del Amor de Cristo que colma, que llena las manos y el corazón de la Plenitud de Dios. 

Dios nos bendiga.


Nila

        

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