Entradas

Mostrando entradas de junio, 2012
Comulgamos para ser lo que recibimos Juan 17,22-24 Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno; yo en ellos y tú en mí, ai alcanzaran la perfección en la unidad, Padre ya que me los has dado, quiero que estén conmigo donde yo estoy y que contemplen la Gloria que tú ya me das. Juan 17,22-2 El sueño más grande de Dios es que todos nos amemos, que lleguemos a ser « UNO», pero para eso Dios quiere que descubras en ti ese manantial de amor que hay en tu corazón porque siendo hecho a imagen y semejanza de Él, somos Amor, Dios es Amor, y nosotros también, ese don a veces lo tenemos intacto porque nos han hecho creer que así hemos nacido; con mal genio y así morirás, o que la violencia es el mejor medio para sobrevivir en este mundo, y vemos a Gandhi, independizando a la India británica sin derramamiento de sangre, practicante de la no violencia, Nelson Mandela, que quiso gobernar en Sudáfrica desde el perdón a sus enemigos y así la lista sería lar
Como hijos queridos traten de imitarle El que los recibe a ustedes, a mi me recibe, y el que me recibe a mi, recibe a aquel que me ha enviado. el que recibe a un profeta porque es profeta, recibirá recompensa digna de un profeta. Mt 10.40 Como hijos amadisimos de Dios, esfuércense por imitarlo. Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros como esas ofrendas y victimas cuyo olor agradable subía a Dios. Efesios 5, 1-2 El primer mandamiento es “amar a Dios sobre todas las cosas” y escribo esto como consecuencias de las lecturas que vamos a dialogar con Dios, y a mí lo primero que me preguntaba Dios, como a Pedro ¿Me amas? Porque si me amas cumplirás mi Palabra, harás las cosas que yo hago y eso es trabajo de los padres, que enseñen a amar a Dios sobre todas las cosas, a María Goretti, a Santa Teresita de Jesús, Santo Domingo Savio y a la mayoría de los santos, la base de su fe está en sus primeros años que les inculcaron sus padres: primero l
Tu Misión es hacer de tu vida Don, dando lo que has recibido Juan 4,10 Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva" (Jn 4,10). El viernes pasado hablábamos de que nadie ama lo que no conoce y Jesús nos dice hoy si conocieras el don de Dios, si lo conocieras lo amarías, lo defenderíamos porque es la vida en abundancia que te vengo a ofrecer, es más ni te la ofrezco, si no que te invito a que lo descubras porque en ti está y no lo conoces, ese don es el mismo Dios en tu corazón, es la Palabra de Dios en tu corazón, en tu mente, en todo tu ser y que no tienes que buscarlo acá, o allá, o ir al otro extremo del mar a buscarlo, ese Don de Dios es el Amor que ya está en tu corazón y que tú no conoces esa capacidad de amar que tienes. Ese don de Dios fluye como chorro de agua viva en nosotros, pero no lo hemos explotado, es una mina intacta, por eso es que vamos por la vida sin sentido de la vida y
Para ser otro Cristo tenemos que dar vida, como la mayor prueba de amor Jn 15,13-16, Jn 6,51 Decía San Agustín sólo amamos lo que conocemos y si no amamos a Jesús como él nos ama es que no lo conocemos o le conocemos muy poco, y es que conocerlo es ir identificándose con Él, en su radicalidad en hacer Vida- Amor la Palabra del Padre y Él, lo hace porque conoce al Padre y se confía en Él. El máximo deseo de Dios es que le conozcamos como Jesús lo conoce vivencialmente, porque por ese camino nos conoceremos a nosotros mismos y por ende a los demás. Y es entonces donde comenzamos a mirarnos y a mirar a ls otros como Dios nos mira, con fe, esperanza de que manifestemos lo que realmente somos: AMOR, como Él es, nosotros hechos a su imagen y semejanza de Dios. Entonces comprenderemos al otro como hermano, hijo de Dios y no como rival y por eso vivo a la defensiva y busco armas para no amarle, no perdonarle, no ver las cualidades que tiene sino veo defectos y por lo tanto no es digno
Para transformarnos en Él se hace Pan de Comunión Isaías 53, 7-13 Jesús, tú eres maestro y te pones delante nosotros, para que fácilmente te podamos seguir, nadie delante de ti, puede decir “no puedo” porque tú ya lo hiciste y ¡de qué manera! En cuanto a sufrimiento, nadie ha sufrido tanto como tú hasta sudar sangre e ir al calvario, para enseñarnos a vivir. La vida es eso, el camino a Jerusalén, no porque Dios lo quiere así y nos maneja como títeres, sino que si no aprendemos a vivir según los caminos del Señor, se nos hace cuesta arriba, es caminar contra corriente, porque lo más natural es que seamos humildes, que nos amemos unos a otros, que digamos la verdad, eso ya está inscrito en el corazón del cada persona. Entonces ¿Por qué somos lo contrario a Jesús? Porque la sociedad, la educación, nuestros padres nos van diciendo otra cosa diferente a los valores evangélicos, nos enseñan a responder con violencia desde que nacemos, decimos en el colegio, o en casa, si te insultan,
Comulgar con Jesús nos hace sentir como El Marcos 6, 34-37 Entiendo que Jesús nos quiere enseñar a llevar un proceso de transformación en Él, no quiere saciar el hambre del cuerpo que de hecho lo hay, porque el pan material siempre va a ver, no sé de dónde, pero siempre habrá algo que comer, he vivido épocas de mucho hambre, pero jamás falto algo para llenar nuestro escuálido estómago, el hambre que no se satisface muchas veces, por falta de quien lo dé, es el Pan de la Palabra, Juan Pablo II, en su visita a Lima, en Villa del Salvador dijo bien claro, sólo con ver el rostro de la gente, no es hambre material el que tiene este pueblo, es más bien hambre de la Palabra, porque quizás sus ministros y nosotros los laicos no hemos entendido todavía, eso de: «Denles ustedes de comer.». Todos queremos que otros den de comer, pero Jesús se dio cuenta de que el pueblo anda hasta hoy como ovejas sin pastor, porque nosotros sus pastores como en tiempo de Ezequiel: sólo se preocupan de ustede
Dios se hace siervo sirviendo Él mismo Juan 13, 1-5 Nuevamente hablamos del Amor, es que el amor hace los más grandes milagros, el Amor- Vida de nuestro Dios nos envuelve, nos centra y nos hace libres para amar con la libertad de hijos de Dios, es decir sin pensar en el que dirán, ni en las conveniencias e intereses. El Amor que nos enseña Jesús, es ese Amor que nunca pasará: paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. no actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo: no se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo. 1 Corintios 13,4-8 Ese Amor- Vida no es fácil vivirlo dado a que somos muy egoístas, sólo pensamos en nosotros mismos, en lo que nos interesa, a veces estamos tan absortos en nosotros mismos, que ni siquiera saludamos, ni preguntamos al que está a mi lado ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido? ¿Estás bien? Es como
Siendo omnipotente se hace pequeño por amor Deuteronomio 4, 7-9 ¿Hay un Dios más cercano que el nuestro? La razón por la cual, yo nunca me alejaría de la Iglesia católica es la presencia concreta de Dios en nosotros, ese tener a un Dios vivo entre nosotros en la Eucaristía, y a través de la oración. Dios no nos ha querido dejar solos, su promesa es: ¡Yo estaré con ustedes a través de los siglos! Y es una realidad, yo generalmente estoy sola y mucha gente se pregunta ¿Te aburres? O ¡pobrecita, está sola! Y jamás me siento sola por esa presencia tan concreta de Dios, que le escucho y hasta lo puedo tocar, palpar en la Eucaristía, en diálogo con la Trinidad querida y María. ¡Qué hermosa compañía ha venido a mi indigencia! ¡Por pura misericordia! Pero lo más bonito y lo más real es que Dios se haga cercano, palpable, concreto, de carne y hueso es en el reflejo que hacemos nosotros de su rostro, ya Jesús lo dijo: por sus obras los reconocerán, ¿Quien puede ver el rostro de Dios? ¿Cómo
¿Qué quieres cosechar? es fácil ver lo que viene de Él. Gal 6, 7-10, Gal 5,19-25 Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera. Está inscrito en nuestro corazón el primer mandamiento “Amarás a Dios sobre todas las cosas”; es el amor a Dios lo que debería mover nuestra vida, todos nuestros actos porque es beber de la fuente cada día, beber de su amor es hacer que nuestra vida se convierta en chorro que salta para la vida eterna. Las cosas hechas por amor son las que realmente valen porque ¿Qué valor tiene actuar por la fuerza? ¿Por interés? ¿Por conveniencia? Al final todo eso cae por su propio peso y ¡es bien pesado! Hay una enorme diferencia actuar por amor que por otros motivos, ejemplo a mi me llama la atención a todo lo que somete mi sobrinito para ir a su colegio; levantar antes de la seis de la mañana, tomar desayuno casi dormido, no tener momentos de esparcimiento durante la semana porque sale