Pautas martes

Enséñanos en secreto lo que es sabio. (Salmo 51)

Pero tú cuando reces entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí a solas contigo. Y tu Padre que ve en lo secreto, te premiará”. Mt 6,6
Lo más grande que me da la oración: es el Amor; que me hace entregarme a Quien se entregó a mí primero, sin condiciones, sin pedirme nada a cambio, sin esperar nada.
Este tiempo de Cuaresma, para mi va siendo una renovación del encuentro con el Amor de la Trinidad, “De que manera amó Dios al Mundo que envió a su Hijo”, nacido de la Virgen María por obra del Espíritu Santo para que nos de Vida eterna, para que nadie se pierda. En este tiempo de Cuaresma nadie puede dejar de contemplar este Amor tan grande de Jesús aceptándolo todo para darnos la salvación, sin desear un cambio de vida, un empezar de nuevo.
En estos días lo que más me llama el Señor a orar, es su Pasión y el recorrer el camino de Cruz es reconocer que son mis faltas las que Jesús lleva… “eran nuestras dolencias las que El llevaba, eran nuestros dolores los que le pesaban..Eran nuestras faltas por las que era destruido” Is 53,4-5
Todo este tiempo de Cuaresma nos tiene que llevar a buscar el Rostro del Señor, el encuentro personal, reconociendo cuanta Gracia hemos recibido, que estos días no son para quedarnos en la piedad sino para aprender a vivir con sabiduría.
Pero tu Señor rico en Misericordia, “quieres rectitud de corazón, y me enseñas en secreto lo que es sabio”, El Señor tiene prisa de que nosotros nos demos cuenta de lo que vale nuestra vida, cada día para vivirla con sabiduría, “enséñanos lo que valen nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato", (Salmo 90, 12)
Y es por eso que nos llama a orar, Cuaresma es tiempo de oración profunda, para dejarnos lavar para tener parte con Él….(Jn 13,8) “Rocíame con agua y quedaré limpio, lávame y quedaré mas blanco que la nieve”…”Dame tu salvación que regocija y que un espíritu noble me de fuerza”….
Tener parte con El es vivir para El, para decirle “Mostraré tu camino a los que pecan, a ti se volverán los descarriados…”
El fruto de la oración de encuentro personal con la Misericordia divina, siempre será salir a buscar a los que aun están lejos, ofrecer el verdadero sacrificio de adoración que es proclamar la salvación con la vida y la Palabra.
Que nuestra Madre santísima, nos acompañe a vivir este tiempo de Cuaresma donde nos vamos acercando a la Pasión y a la Pascua de resurrección del Señor, siguiendo muy de cerca cada paso de Jesús por nuestra salvación.
Dios nos bendiga.
nila





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