Pautas sábado

No me escondas tu rostro

Salmo 27; Cantar 2,13-14
El corazón tiene razones que la razón no entiende, es el corazón que te pide vivir en la presencia de Dios, y es precioso porque Jesús nos la hace fácil, cuando le dice a Pablo ¿por qué me persigues? Y Pablo no perseguía personalmente a Jesús sino a los seguidores de Jesús ¿Dónde esta el rostro de Dios? En su gente, sobre todo en los más débiles, no queramos ver a Dios entre nubes, rayos y ángeles bajando, y Jesús lo reafirma cuando en Mateo 25 dice: «Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.
Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.
Y cuando decimos no me escondas el rostro Señor, es que le pedimos no ser indiferente a nuestros hermanos y pedirle a Dios como la canción de Mercedes Sosa
Sólo le pido a Dios
Que el dolor no me sea indiferente,
Que la reseca muerte no me encuentre
Vacío y solo sin haber hecho lo suficiente. Sólo le pido a Dios
Que lo injusto no me sea indiferente,
Que no me abofeteen la otra mejilla
Después que una garra me arañó esta suerte.
Sólo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente,
Es un monstruo grande y pisa fuertesobre la pobre inocencia de la gente.
Sólo le pido a Dios
Que el engaño no me sea indiferente
Si un traidor puede más que unos cuantos,
Que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
Sólo le pido a Dios
Que el futuro no me sea indiferente,
Desahuciado está el que tiene que marchar
A vivir una cultura diferente
Y cuantas cosas tendríamos que pedirle a Dios, que vea su rostro cuando mi hermano mi padre me pide favores, como alcanzarle un vaso de agua, el periódico, sacarlo a pasear, limpiar la casa, ordenarla, cosas pequeñas que producecn muchas guerras en los hogares.
Cuando salimos a la calle ceder el paso, callar cuando me insulten, ceder el puesto, el asiento a una persona que lo necesita. Cómo no ver el restro de Dios en los hijos y más cuando son más inocentes e indefensos y a veces hasta los matamos, antes de que nazcan.
Dios nos ama tanto que nos dice si no ves mi rostro en tus hermanos los seres humanos ¿Qué lo vas a ver en mí?
Gracias Dios mío y nuestro por que los primeros resplandores de tus rostros los vemos en nuestros padres, luego en los parientes, amigos, maestros, novios, esposos, si nosostros nos hemos detenido a meditar estas lecturas, el fruto de nuestra oración sería ¡Cuánta responsabilidad, Dios Bueno ante nuestros hermanos! y ¡Cuánta confianza nos tienes para ponerlos en nuestras !
Mamá María, hazme ver el rostro de Dios en mis hermanos sobre todo en los más necesitados. Amén.

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