“DIOS ME CUBRE CON SU MANTO”

¿Qué quieres cosechar? es fácil ver lo que viene de Él.
Gal 6, 7-10, Gal 5,19-25

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.
Está inscrito en nuestro corazón el primer mandamiento “Amarás a Dios sobre todas las cosas”; es el amor a Dios lo que debería mover nuestra vida, todos nuestros actos porque es beber de la fuente cada día, beber de su amor es hacer que nuestra vida se convierta en chorro que salta para la vida eterna.
Las cosas hechas por amor son las que realmente valen porque ¿Qué valor tiene actuar por la fuerza? ¿Por interés? ¿Por conveniencia? Al final todo eso cae por su propio peso y ¡es bien pesado!
Hay una enorme diferencia actuar por amor que por otros motivos, ejemplo a mi me llama la atención a todo lo que somete mi sobrinito para ir a su colegio; levantar antes de la seis de la mañana, tomar desayuno casi dormido, no tener momentos de esparcimiento durante la semana porque sale a las cuatro del colegio y sale a hacer sus tareas y yo lo veo feliz, a mi me daba pena, y le decía: ¿Cámbiate de colegio y me decía a mi gusta y estoy feliz en el colegio y es por eso que todo lo hace bien: el amor a su colegio no le hace ver sacrificios, ni tanta tareas, el ama.
En el trabajo cuando una persona va por amor ¿qué frutos rinde? Es más productivo y su alegría contagiante hace que los demás trabajen con el mismo gusto, hacer las cosas por amor tiene un efecto misionero. El amor es expansivo, no admite que lo encuadren, o lo retengan.
Toda persona que actúa por amor no ve dificultades en nada, es fácil ver a un hombre, a una mujer ser fiel a su pareja cuando realmente se aman, cómo dice la canción: no te he sido infiel ni con el pensamiento, porque si hay amor uno no controla nada, ni cela, ni desconfía… etc.
El amor que un niño siente por su padre y por eso se arroja a sus brazos, porque sabe que sus brazos tienen el suficiente amor para acogerlo, para acompañarlo, para sacarlo de las situaciones difíciles, para hacerle caminar ante las dificultades.
Por eso si amamos a Dios sobre todas las cosas, ese es el reino de Dios, lo demás es añadidura, es el amor lo que nos impulsará a hacer el bien sin desanimarnos, sin esperar recompensa, sin que nos motive el qué dirán, sino que haciendo el bien estoy haciendo que Dios se complazca en mí, porque le amo. Jesús fue la complacencia de Dios, porque amaba al Padre, tanto que Él y el Padre son uno y eso le hacía actuar según su voluntad. Por amor es fácil superar todo como dice la canción de José Luis Perales, ahí se la mando. No me quedo con la belleza del lenguaje, sino la fuerza con que se renuncia a todo lo que no sea amar a cuerpo descubierto a quien, por amor, dejó destrozar el suyo: Jesús.
Es hermosa la vida si hay amor.
Es hermoso el paisaje si hay color.
Es hermoso entregarse por entero a alguienpor amor
Es mejor perdonarse que decir lo siento,
es mejor
Por amor, es fácil renunciar y darlo todo sonriéndote.
Por amor,
es fácil abrazar a tu enemigo sonriéndole.
Por amor es más fácil sufrir la soledad.
Por amor es más fácil vivir en libertad.
Son hermosos los besos si hay amor.
Son hermosas las manos si hay amor.
Son hermosos los ojos cuando miran todo
con amor