SI ACOGEMOS LA GRACIA DE DIOS CADA DÍA, EL AMOR DE CRISTO
VIVE EN NOSOTROS Y SE PROPAGA
Te doy gracias
Papá, Jesús y Espíritu Santo por encontrarnos nuevamente para escucharlos y
poder asimilar, practicar y anunciar su Palabra.
1-CORINTIOS
12,9: OTRO RECIBE EL DON DE LA FE, EN QUE ACTÚA EL ESPÍRITU. OTRO RECIBE EL DON
DE HACER CURACIONES, Y ES EL MISMO ESPÍRITU.
Cuando oraba
con esta cita entendía que Dios me ha regalado este don de la fe, que es creer,
confiar en Él, en su Palabra, que no lo puedo ver pero, sí lo puedo percibir,
sentir a través de su vida-amor cada día en estos encuentros íntimos y es a
través también de la predicación que mi fe ha ido creciendo, pues antes mi fe
estaba dormida o era superficial.
Ahora que Dios
me ha regalado esta carisma Verbum Dei, darme cuenta que este don de la fe no
sea solo para mí, sino para transmitirla a mi familia y a mis hermanos para que
el mundo crea, acojan a Dios en su corazón, y se encuentren con Dios, o vuelvan
a Él y puedan ser transformados, moldeados, salvados.
Y es el mismo
Espíritu que actúa siempre a través de la fuerza del amor, de creer en su
palabra e intentar cada día y ponerla en práctica. Es esa fuerza del Espíritu
que me impulsa llevar la Palabra de Dios a mis hermanos, para que conozcan la vida-amor
de Dios y se salven: ¿Cómo a través de mis experiencias vividas con ellos y la
Virgen? Esto me conduce a vivir la Palabra de Dios y que no me ha sido fácil
en mi camino personal.
Ellos nos
eligen sus discípulos a nosotros Verbum Dei por amor y gracia, para transmitir
la fe y así puedan curarse y sanarse todos aquellos que se encuentran enfermos,
“La fe sin obras es fe muerta”.
Nuestro señor
Jesucristo vino al mundo no por los sanos, sino por los enfermos para curar
ciegos, cojos, para sanar corazones resentidos, Él vino por los pecadores.
Le doy gracias
a Dios por este don de la fe que me ha regalado y por su gracia a través de su
Palabra, de los sacramentos de la confesión y comunión.
Darle gracias
a Dios porque estamos celebrando cincuenta años de Verbum Dei, es un año
jubilar y la Iglesia nos concede un tiempo de gracia especial.
Es importante
darnos cuenta que Dios obra en todos, por eso hay que escucharle, hay que estar
atentos y descubrir el don que hemos recibido y ofrecerlo todo porque así se
edifica la comunidad y la Iglesia.
Vamos a acoger
su gracia: “Te basta mi gracia, porque la mayor fuerza se manifiesta la
debilidad”.
En el Padre
Nuestro pedimos: “Danos hoy el pan de
cada día, no el de mañana; danos tu gracia hoy, danos tu amor hoy” y
responderle a Dios e intento vivir la gracia y el amor cada día que me dan.
Santísima
Trinidad te pedimos que acojamos tu gracia cada día para que Tú vivas en
nosotros y podamos propagarlo a nuestros hermanos como Verbum Dei.
Te pedimos
Madre Santísima para que nos ayudes a descubrir el don que Dios nos ha regalado
y ser don de la unidad con la Trinidad.
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