Escuchar para apacentar las ovejas
Juan 21,14-16
¿Por qué insistes Jesús, en que Pedro te diga que te ama? Porque en esencia es el amor el que inspira a los corazones para actuar, o hacer lo que aún para nosotros mismos nos parece imposible. Porque ¿de qué nos vale tener tanta fe, como para trasladar montañas? Si me falta el AMOR no soy nada ¿De qué me sirve creer si no amo? La fe sin obras es estéril. 1Cor 13 y Stgo 2.
El Amor es lo último que se aprende, porque necesita purificaciones constantes, hasta hacerse al estado de Dios y Pedro le dices ¡Bien sabes, Jesús, que te amo, mi Amor, ya pasó por el crisol de haberte negado, y bien sabes que te amo como tu mereces que te ame.
Pedro ya dio el paso definitivo para amar, el de hacer la voluntad del Padre y amar como el Padre, quiere que le ame, gratuitamente: “Ama al Señor tu Dios con toda tu alma, con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas”. Det 6,4-5
Es un Amor que sale de la transformación interior, desde el fondo de su corazón, porque si se ama a Dios, se es capaz de dar el paso de amar al prójimo como Dios lo ama, hasta dar la vida por sus ovejas. Como dice la canción: A quien amo y por quien amo a los demás.
Jesús conoce el corazón de Pedro y el nuestro por eso nos confía a su rebaño, el amor a los demás es el test con el que se mide el amor a Dios.
El Amor que quiere que demos Jesús a sus ovejas, es como el de Él, de auto donación, que crea vida y promueve el bien del otro. Que se olvida de sí mismo y se inclina siempre por el más débil.
El Amor de Dios en Cristo, es fascinante, porque sientes que te atrae y a la vez te extraña en tu fragilidad, que Él, te confíe a sus ovejas, no sé dónde está la mayor locura, en un Dios que te ama tanto y quiere que seas como Él o en el discípulo que asume el apacentar las ovejas para ser semejante al maestro.
Pedro está estrenando un Amor nuevo transformado en el Espíritu Santo, que es un Amor universal por todos los hijos de Dios, que lo llevará adelante hasta dejar cimentada, la vida en abundancia de sus ovejas, que van a ser los cimientos de una Iglesia que durará hasta el fin de los siglos.
¿Qué Amor sientes que te pide Dios? ¿Seremos capaces de dar la vida para apacentar las ovejas? ¿Somos conscientes que lo que Jesús nos pide es dar Vida a nuestro hogar, nuestra universidad, a nuestra Comunidad, a la Iglesia?
Pidamos a María que nos dé un Amor maduro como el de Pedro y decirle a Jesús ¡Bien sabes que te amo y tranquilamente me puede confiar tu rebaño!
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