¿Quién es el Amado de mi alma?

¿Quién es el Amado de mi alma?


Cantar 3,1-4



Dios mío y nuestro, nos ponemos en tu presencia para amarte, agradecerte y dialogar contigo, brota de nuestra alma, un ¡Quiero permanecer en Ti, como siempre lo has hecho tú en mi, desde que me creaste; pero yo no sabía que tú estabas en mi, Amor de mi alma, y digo como San Agustín: te buscaba afuera, en las personas, cosas, en las riquezas, en el poder una vez que las conseguía sentía que no era eso lo que ansiaba mi corazón y proseguía con nuevas búsquedas.



Te buscaba en las personas que eran buenas, tolerantes y me decía: quiero ser como esa persona pero no podía, buscaba ser feliz, paciente, generosa, brindar mi amistad sin buscar intereses; pero no podía, más fuertes eran: mi “no puedo” “no sé” “soy inútil” “yo nací así y así voy a morir”

Pero escuché tu voz un día, que me decía “Yo mismo te voy a enseñar” porque lo que no puedes para mí no es imposible, confía en mí.



Así cada día me levantabas a la aurora y me buscabas y me decías vamos a empezar una nueva jornada, “ven amada mía” vamos a sacar de tu mente, de tu corazón a todos esos centinelas que te distraen en tu búsqueda y te entretienen, ¿No sabes que en tu corazón está mi Amor-Vida?

Tu Amor-Vida en mi corazón ha quedado relegado al último plano.



¿Qué domina tu corazón? La certeza de no poder cambiar por mi orgullo, vanidad que me hace ser prepotente, autosuficiente, me hace creer que estoy sobre los demás y entonces los discrimino- Veo en televisión que el mal se impone, esos héroes, heroínas que siempre ganan, utilizando a los demás, dando más valor al dinero que a las personas, dando importancia a la conveniencia, a lo útil, eficaz que al amor, generosidad, humildad.

Yo sé señor, que también eso, es búsqueda de un Amor que les llene, de un amor auténtico. De un amor estable.



Y por eso Señor, quiero que nos regales la gracia de amar como tú, a ver a las personas, cosas, circunstancias desde tu mirada, a la luz de la Palabra.

Yo estaré contigo, hasta que sepas amar, yo mismo guiaré tus pasos, por mi camino que te conducirá a la verdad plena, y tendrá Vida en abundancia.



Desde Hoy escucharé tu voz, Amado mío, mis pasos seguirán tus huellas por donde pases, yo pasaré, aunque tenga que despojarme de todo y vender mi orgullo, mi autosuficiencia, estoy dispuesta a vender lo que tú en tu Palabra me hagas ver, porque Amor de mi alma, ya que te encontré te abrazaré y no te soltaré jamás. Porque he deseado tanto este Amor, que tonto debo ser para soltarte.



Gracias Dios mío y nuestro, Jesús de mi alma, Espíritu de Amor por darnos la gracia de que nuestro corazón se abra al Amor que sólo ustedes pueden dar.

María, querida mamacita, hazme abrazar al Amor como tú lo abrazaste y fruto de Amor es la salvación de muchos por los cuales me ofrezco.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“DIOS ME CUBRE CON SU MANTO”

“Un buen soldado de Cristo”

Jesús, fijando en él su mirada, le amó