Amar es hacer la voluntad del Padre

Al empezar este nuevo día te doy gracias Señor por la vida, gracias también por la vida de las personas que ya no están, gracias por el amor que recibimos de ellas, gracias por la vida y el amor de mis padres, de mi esposo, de mis hermanos, de todos mis familiares que ahora descansan en tus brazos, que ya llegaron a la Patria celestial

“Esto es bueno y agrada a Dios, nuestro Salvador, pues él quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. 1Tim 2,4

Hoy dos de Noviembre, estamos celebrando el día de los difuntos, de las personas que se nos han adelantado, que han partido al seno del Padre, y por los cuales nos toca orar, pedir por su descanso eterno, rogarle al Señor les muestre la Luz de su Rostro.

Pues dice la palabra en Timoteo 1-2 “Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, suplicas y acciones de gracias por todos sin distinción de personas”

Por nuestra fe tenemos la certeza de que todos formamos un solo cuerpo en Cristo, el Cuerpo Místico, la Iglesia, y en el estamos todos insertados, la unión de todos los miembros de este Cuerpo no se interrumpe ni con la muerte, por la fe nosotros creemos que esto es verdad, creemos en La Comunión de los Santos, que es lo que rezamos en el Credo, creo en la Vida Eterna, creo que todos estamos unidos y por eso el bien de los unos se comunica a los otros, o sea que nuestras oraciones y peticiones inclusive nuestro amor sigue llegando a ello y vicevesa.

Y así podemos “llevar una vida tranquila con toda piedad y dignidad” 2Tim 2

Por otro lado es bueno tener este día en nuestro calendario, porque conviene que tengamos un momento para meditar en nuestra vida, en como la estamos viviendo, hacia donde apunta todo lo que hacemos.

Dice Pablo en su carta a Timoteo, que la voluntad de Dios es nuestra salvación, Dios no quiere perder a ninguno de sus hijos, sino que todos se salven.

La salvación esta en el conocimiento de la Verdad, lo contrario, la Ignorancia es nuestra perdición.

El ignorar la verdad fundamental de nuestra vida: A Cristo, nos lleva a vivir una vida equivocada, puesto que El es el Camino, la Verdad y la Vida.

Para salvarnos Dios envió a su Hijo, a Jesús, “Que en el tiempo fijado dio el testimonio: se entregó para rescatarnos a todos”. 1Tim 2,6

Así lo quiso el Padre, esa fue su voluntad, su manera de rescatarnos para darnos la vida eterna, por el amor que nos tiene.

“Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree El no se pierda, sino que tenga vida eterna” Jn 3,16… “Y esta es la vida eterna: Conocerte a ti, Único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesús el Cristo:” Jn 17,3

El Proyecto de Dios es nuestra salvación, ¿A algunos nos cuesta posiblemente entrar en este proyecto, porque estamos viviendo quizás más superficialmente, o porque tenemos en el corazón cargas, sufrimientos, etc. y sentimos que nos cuesta levantar la mirada para alcanzar uno mismo esta salvación y mucho mas alcanzarla a otros.

Yo al menos, me sentía así esta mañana, como que se donde tengo que ir pero que me cuesta llegar, le decía al Señor: Se que el descanso de mi alma esta en ti Señor, ayúdame a llegar a ese descanso, a aceptar la muerte, las cosas que pasan, después un rato de diálogo, el Señor me decía como a Pedro: A pesar de todo lo que ha pasado ¿me amas?, puedo confiar en ti para hacer llegar este proyecto de salvación a Todos los hombres?...me amas más que todo lo que te pasa, más que todo lo que tienes en el corazón? (Jn 21,15) Y encontraba que todo depende del amor que le tenga a Dios para acoger su Plan de salvación, el amor es el punto de partida, por Amor el Padre envió a su Hijo a salvarnos, por amor también tengo que salir a dar la vida, hacer llegar la salvación a mis hermanos.

Esto es la real, es el amor a Dios y a los hermanos lo que necesitamos para vivir; la misión da vida, a medida que uno va dando, va recibiendo…

Si su Amor es nuestra salvación, ¿A nosotros que nos toca?

Amar su voluntad creer en lo que nos mandan. Esta semana hemos estado orando acerca de lo que es amar, y donde Jesús nos enseña como amar, si nos dicen que nuestra vida es para amar, para cumplir el mandato de amar a Dios por sobre todas las cosas y a nuestros hermanos como a nosotros mismos, Si Dios ha querido salvarnos por amor, entonces tenemos que creer que amar es nuestra salvación.

Este tiempo que nos queda de vida es precioso, no sabemos el día ni la hora en que dejemos este mundo, ni en que circunstancia, si será en nuestra cama, en la calle, por una enfermedad, un accidente, no lo sabemos, es más, ni quisiéramos saberlo, a nadie le gusta pensar en la muerte, pero es un hecho inevitable que de todas maneras va a llegar, sin querer ser fatalista, esto es lo real, por eso es importante meditarlo, para saber cómo vivir, dice el salmo:

“Enséñanos lo que valen nuestros días para que adquiramos un corazón sensato” Salmo 90,12

Que el Señor nos regale la gracia de conocer el valor de cada día que nos regala, para vivirlo santamente, a ejemplo de nuestros hermanos de quienes celebrábamos ayer su memoria, ellos supieron el valor de sus días, los vivieron amando, sufrieron, martirios, pobrezas, muchas dificultades, pero con la alegría de estar dando la vida por amor, y por eso recibieron la Corona que no se marchita.

No importa lo que hayamos vivido antes, hoy es tiempo de volver a creer en el amor de Dios que salva, que redime, que rescata. Creer en Dios y su Hijo Jesucristo es nuestra salvación, y creyendo mirar las cosas que estamos pasando como Pablo:

“Todo lo considero al presente como peso muerto en comparación con eso tan extraordinario que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. A causa de El ya nada tiene valor para mí y todo lo considero como basura mientras trato de ganar a Cristo”. Fil 3,8

A veces sentimos que nos ahogamos en un vaso de agua, sobredimensionamos los problemas, nos enfocamos en una cosa para atormentarnos, le damos más valor a lo material que a nuestra salvación, seguimos aferrados a personas, a recuerdos, al pasado….el secreto es mirar hacia adelante “para mi ahora solo vale lo que esta adelante, y olvidando lo que deje atrás corro hacia la meta” Fil 3,13-14

“Quiero conocerlo, quiero probar el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos…..y siendo semejante a él en su muerte alcanzare Dios lo quiera, la resurrección de los muertos” Fil 3,7-10

Si la voluntad de Dios es nuestra salvación, vamos a pedirle nos ayude a que nuestra voluntad también sea salvarnos, a decir como Pablo… “QUIERO SEÑOR”…QUIERO AMAR TU VOLUNTAD, discernirla en cada cosa que paso para vivirla…. para que tomemos la decisión de amar a todos y procurar su salvación, dar la vida por amor como lo hizo Jesús por cada uno de nosotros, o sea tener parte en sus sufrimientos por amor, siendo semejantes a él en su manera de entregar la vida, con un amor que sea paciente y servicial para alcanzar la salvación a todos.

Dios nos bendiga.

Nila











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