El amor todo lo cree, por eso nos elige y nos destina a dar fruto abundante y duradero.
“Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre.
Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los prepare para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre”. Jn ,15-16
Le daba gracias al Señor, por su Amistad, por el Amor tan grande que nos tiene, porque tiene puesta su fe en nuestra vida, nunca se desanima con nosotros, El realmente cree en nosotros como nadie, yo le daba muchas gracias también porque está allí siempre que lo necesitamos, porque nos espera cada mañana como el amigo fiel que nunca falla, y que no se fija en como venimos, sucios como el hijo pródigo, cargados de cosas, leprosos, llenos de miedo, a Él no le importa como estemos, El es el Amigo que se alegra cuando nos ve aparecer en la madrugada todos de sueño, con la Biblia, nuestro cuaderno y el lapicero, intentando sacar una oración.
A mí me daba mucha tranquilidad la Palabra del Señor “Tu no me has elegido”, Yo soy el que te ha llamado esta mañana para dialogar, no como siervo y patrón, que mantienen sus distancias, sus formalidades, te he llamado para conversar como amigos que se tienen confianza, que se conocen desde siempre.
Que trato tan delicado, tan cariñoso de Jesús que nos inspira confianza para abrirle el corazón, y con sinceridad contarle todo aquello que traemos dentro y no nos deja dar frutos de amor.
Porque si nuestra tierra esta dura y reseca no puede dar fruto, El viene con su ternura a ablandar nuestro corazón, a remover la tierra, para que demos frutos jugosos, maduros, dulces para el Padre, para nuestros hermanos.
Esta semana en la Escuela el Señor me invitaba a mirarle como es El, sencillo, un Dios que no se complica como nosotros, al contrario, su sencillez esta en mirarnos en lo que somos, no en lo que hacemos, como nos pasa a nosotros.
Porque lo que me complica más la vida es el hacer, a veces Señor yo veo mi vida de discípula desde lo que hago, desde lo que aparece a la vista: resultados… desde los fallos o aciertos, eso me recarga, porque quisiera dar más y me encuentro muy limitada.
“Yo no te veo desde lo que haces, yo te veo desde lo que eres…y tu estas preparada para dar frutos abundantes y duraderos porque eres amor, porque tu vida está hecha para amar, solo el amor verdadero puede dar frutos duraderos y abundantes. Yo te he elegido, tú no me has elegido a mí, los frutos déjamelos a mí, no esperes verlos tu.”
Y es muy cierto, cuantas maravillas va haciendo el Señor en nuestra comunidad, en los discípulos, en las misioneras, como el amor que creyó, que cree, va recogiendo frutos, cada uno a su tiempo.
Le ponía delante del Señor los planes de la comunidad, tantos proyectos y tan pocas manos, y El Señor me invitaba a confiar más en El.
“Si yo les he elegido y Yo les he preparado, no les voy a dejar solos, permanezcan en mi amor, así como ese árbol plantado a la orilla del agua que aunque haga calor o sequia no se inquieta ni deja de producir frutos. Pídanle al Padre, el ya sabe lo que necesitan pero pídanle en Mi Nombre con confianza” para mí era tan bonito escuchar a Jesús decirme que le digamos al Padre que vamos de su Parte: Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre.
Terminaba dándole gracias al Señor por este tiempo de oración, donde me devuelve la alegría, la paz de que todo está en sus manos, donde encuentro un amor que todo lo cree bueno, que espera lo mejor de nosotros, que nos mira en nuestro ser esencial: ser amor y todo el potencial que tenemos por desplegar, y además si El dice que nuestro destino es dar frutos abundantes y duraderos, así va a ser, “cielo y tierra pasaran pero su Palabra no pasará”. Su fe en nosotros es nuestro descanso, su amor que permanece a nuestro lado para que cumplamos nuestro destino.
Madre enséñanos a confiar más en la elección de Jesús, en que El no se ha equivocado con nuestra vida, y que busquemos siempre permanecer en El, en su Palabra.
Dios nos bendiga.
Nila
P.D
“A ti discípulo de la Palabra, elegido por amor para dar frutos de vida. A ti se dirigió su mirada y con ilusión soñó hacer de ti una tierra sembrada. En ti el forjo toda una historia con paciencia y con amor paso a paso, día a día.
Eres motivo de mi alegría tu, mi amigo si permaneces unido a mí. Yo haré que des mucho fruto.
A ti discípulo de la Palabra en tu pobreza llevarás la riqueza que es su vida. Irás apoyado en su promesa a su lado avanzarás, El te dará su firmeza
Por ti a los pueblos de la tierra mi Palabra llegará y curará sus heridas…”
“Jesús , confía en ti…confía en El”
(canción deVerbum Dei)
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