“Un buen soldado de Cristo”
Ayer El Señor a través de Pablo nos exhortaba a predicar la Palabra:
“Te ruego encarecidamente, delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra”.
Y encontraba su urgencia por encontrarnos para salvarnos, pero no por miedo a un juicio, no por tenerle miedo, lo que sería una contrición imperfecta, que podría ayudar a algunos a regresar al Camino de la Vida.
Sino por llevar la salvación a nuestros hermanos; la salvación, es encontrarse con la Gracia de Dios, que nos hace mirarle como nuestro Padre amoroso y tierno que lo único que anhela es tener a todos sus hijos a su lado, con El, y desde ahora ir viviendo la Vida eterna.
Cuando nosotros empezamos a conocer su Amor, que es gratuito, incondicional, que no nos pide nada porque nada tendríamos nosotros para darle a Dios si antes El no nos lo hubiera dado, entonces empezamos a decirle gracias Señor, “como te pagaré tanto bien que me has hecho”, y nos enamoramos de Él, y de su Causa: Si Él quiere la salvación de todos, entonces yo también quiero lo mismo y me convierto en su Soldado contratado por amor, hasta dar la vida por su Causa. “El que se alista en el ejército trata de complacer al que lo contrató”
Lo propio del soldado es luchar, ahora nosotros estamos en la Iglesia Militante fundada por Jesús, por Pura Gracia nos ha llamado, y confiando en lo peculiar de este llamado es que a pesar de todas las dificultades que pasemos, continuamos también por Gracia:
“Este es nuestro Ministerio y como lo tenemos por gracia de Dios no nos desanimamos…nos sobrevienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos; estamos entre problemas, pero no desesperados; derribados, pero no fuera de combate….2Cor 4,1.8-9
Un buen soldado siempre está preparado para cumplir su deber, para combatir el buen combate, para cumplir bien su ministerio, porque su fidelidad parte del Amor a su Señor, del interés que tenga por servirle, de allí le viene la agilidad la disponibilidad del corazón para arriesgarse hasta dar la vida si es necesario…y estas actitudes solo nacen del encuentro diario con Dios en la oración donde se bebe de su voluntad, de su intención de sus sentimientos hasta hacerlos propios, hacernos uno, comulgar con El….“por eso debes estar siempre alerta. Supera las dificultades, dedícate a tu trabajo de evangelizador, cumple bien tu Ministerio” 2Tim 4,5
Finalmente la palabra nos exhorta a ayudar y preparar a otros para que también se encuentren con la gracia de Dios, y continúen trabajando para el Reino, para llegar todos a la Patria celestial, para ir viviendo desde aquí la Vida eterna destinada para todos nosotros desde el principio.
“En cuanto a ti hijo, que tu fuerza sea la gracia que tienes en Cristo Jesús, cuanto has aprendido de mi, confirmado por numerosos testigos, confíalo a personas que merezcan confianza y que puedan instruir después a otros”. 2Tim 1-5
"Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados”. Josué 1.6-9
Madre ayúdanos a encontrarnos con la voluntad del Señor cada mañana para poder ser soldados, buenos, valientes y fieles del Ejercito del Señor. (Sn Ig. de Loyola).
nila
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