LA VIDA OCULTA DE NAZARET UNA ESCUELA DE VIDA FAMILIAR.

“Que Nazaret nos enseñe lo que es la familia, su comunión de amor, su austera y sencilla belleza, su carácter sagrado e inviolable...” (N. Catec 533) Me acerco a Nazaret, y en el marco de uno de los hogares más pobres, hallo un tesoro: El mismo Hijo de Dios, confiado a una madre y aun padre, volcados totalmente en El; una familia, sin más misión que defender, en la vida humana, la vida de Dios que hace humano a cada hombre. Enséñame que ante todo, la comunidad tiene que defender la vida de Dios, amenazada de muerte (Mt2,1-23; Lc 2,39-52). Algo que tenemos que aprender todos es la necesidad de revalorizar la familia, comunidad de vida y amor. “El amor es la verdadera fuente de unidad y fuerza de la familia” (J.Pablo II) Como la plastilina en las manos de un niño, es un niño en manos de la familia. ¿Qué será de él? ¿Qué valores aprenderá? ¿Qué calidad de vida forjará? ¿Qué nivel de diálogo y de comunicación tendrá? ¿Qué pensará del ambiente en el que vive? ¿Qué capacidad tendrá de transformarlo? ¿Cuáles serán las opciones de su vida? ¿Cómo se comprometerá con el mundo, con el suyo y con la generación a la que pertenece? Una cosa es cierta, Señor: Los hijos somos “nosotros y nuestras circunstancias”. Las circunstancias del hogar en el que nacemos y crecemos influyen poderosamente en nuestra personalidad, en nuestra identidad y misión. ¡Qué responsabilidad tiene una familia! ¡Cuántos niños escandalizados por sus mismos padres (Mt 18,5-7), que se convierten en maestros prácticos de una escuela que nada tiene que ver con la escuela del Evangelio, ni con la civilización del amor: “Hay poca vida verdaderamente humana en las familias de nuestros días” (J. Pablo II) “Por su encarnación y por su vida en familia con María y José en el hogar de Nazaret se constituye un modelo de toda familia” (Sto Domingo 213) Permíteme imitar tu vida comunitaria a la perfección. Sobre todo en ambientes donde hace falta un verdadero modelo familiar. “La perfección está en seguir a la perfección el camino trazado. (J. Bonet).

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