LA VIDA OCULTA DE NAZARET UNA ESCUELA DE TRABAJO

. “Nazaret, oh casa del “Hijo del carpintero”, aquí es donde querríamos comprender y celebrar la ley severa y redentora del trabajo humano...; como querríamos, en fin, saludar aquí a todos los trabajadores del mundo entero y enseñarles, su hermano divino” (N. Catec.533) En Nazaret, escuela del Evangelio, encontramos una familia que ama el trabajo, el hijo del carpintero, es el título humano del Rey de reyes, del tesoro escondido en una carpintería, en un honesto trabajo (Mt 13,44), de colaboración con Dios y perfeccionamiento de la creación visible (Gen 3,17-19) No es un castigo trabajar, sino por el contrario, es algo que nos realiza, y nos permite, vivir con dignidad: “El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda hacer partícipe al que se halla en necesidad” (Ef 4,28) El trabajo trae su propia recompensa: “Aquellos que siembran con lágrimas cosechan entre gritos de Júbilo ” (Sal 126,5) No tiene derecho a vivir quien, pudiendo trabajar no quiere hacerlo: “Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” (2ª Tes 3,10-12: Hch 20.35) La evangelización es también un trabajo, es la tarea más urgente para nuestros días, pues la crisis por la que atravesamos es ante todo falta de los valores del Evangelio. ¿Quién acepta abandonar su profesión para dedicarse a la oración y al ministerio de la Palabra? (Hch 6,1-7) La mies es mucha pero los obreros pocos (Mt 9, 37-38). Son pocos los que se dejan contratar en la viña del señor (Mt 20,1-16). Son pocos los que creen en verdad, que Dios provee (Mt 6,25-34), y que se cuida de dar las añadiduras a los que se empeñan en la ardua y laboriosa tarea del Reino de Dios (Mt 6,33). “El Señor ha ordenado que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio” (1Co 9,14) “A fin de dedicar el mayor tiempo posible a la misión específica, trabajaremos solamente el tiempo necesario para el autoabastecimiento comunitario, siendo testimonio de una pobreza alegre y voluntaria como corresponde a pobres por el Reino (Const. Verbum Dei 69).

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