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AÑO JUBILAR DEL VERBUM DEI
Levítico 25, 8-19: Lucas 4,18-21
16 Llegó a Nazaret, donde se había criado, y el sábado fue a la sinagoga, como era su costumbre. Se puso de pie para hacer la lectura, 17 y le pasaron el libro del profeta Isaías. Jesús desenrolló el libro y encontró el pasaje donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para poner en libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.
Este anuncio es la clave fundamental para entender la actividad de Jesús en el evangelio el proyecto de Jesús es en última instancia, la realización plena del año de gracia en el Señor, que continuará en la historia con el envío de los discípulos a anunciar el evangelio a todas las gentes,.
Desde el año 1300 la Iglesia celebra cada 25 o 50 años el año santo o jubilar, la celebración de este año se inicia con un gesto simbólico, abrir la puerta santa de la basílica o de la catedral, el jubileo es un tiempo de gracia, de reconciliación, de conversión, de remisión de los pecados, y de sus penas, de solidaridad y de esperanza, de justicia y de compromiso para servir a Dios en los hermanos. Tiempo de gracia donde Dios toca nuestros corazones, de aquellos que escuchan su Palabra,.
El Verbum Dei celebra su primer año jubilar : desde el 17 de enero del 2012 hasta el 25 de marzo del 2013, celebramos la fundación del carisma V.D. su 50 aniversario, 50 años de gracia recorridas en su Palabra, nuestro año jubilar tiene también una puerta santa, una puerta de ingreso, lo inició una experiencia que abre este camino de gracia, que llega hasta hoy, y es la vocación de Jaime Bonet, fundador de la fraternidad Verbum Dei, nació el 21 de mayo de 1926 en Alquería Blanca, pequeño pueblo, de la isla de Mallorca, en España, inquieto y de sed juvenil busca la felicidad desde una actitud de autenticidad, a sus catorce años en un coloquio con Jesús, siente una profunda llamada desde su corazón, a ponerse en camino en este diálogo personal con Jesús crucificado, y con Jesús en la Eucaristía, experimentó el gozo y el amor personal de Dios, y al mismo tiempo llevar su amor a todas las gentes.
El joven Jaime, deseaba llevar en un primer momento, curar las heridas en una leprosería de un país lejano, pero cuando comprendió que la raíz de la lepra es la falta de amor, de justicia, ingresó en el seminario diocesano movido por conocer el amor de Dios y con la urgencia de compartirlo con los más pobres de la tierra. Desde este momento, su pasión fue prepararse para la predicación de la Palabra y llevarla hasta los confines de la tierra. Esta pequeña semilla constituye el núcleo de su vocación y el germen de la futura fundación del verbum Dei.
Para cada uno de nosotros la llamada personal de Dios, constituye nuestra puerta santa por la que iniciamos seguir a Jesús, más consciente de amistad y con un deseo vivo de corresponder a su amor, es la llamada a coger la palabra de Dios, ponernos en marcha en camino buscando que el amor de Dios transforme nuestra vida, y podamos ser colaboradores en la construcción de un mundo más fraterno,
Al igual que San Pablo, que desde su conversión en Damasco, recuerda la llamada de Jesús en los momentos trascendentes de su vida, también nos estamos invitados a reavivar nuestro carisma desde sus orígenes, simbólicamente queremos que la llamada de Dios personal y comunitaria sea para el verbum Dei la puerta santa de este año jubilar.
Familia Verbum Dei Bizcaia- España

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