Con la Palabra y la vida enseñamos a amar

.“Cuando termino de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy.
Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo y ustedes deben hacer como he hecho yo.” Juan 13, 11-15
Esta mañana le daba gracias al Señor, porque se me hacia tan grande que lo tengamos como Maestro y Señor para nuestra vida, y me preguntaba...Que hubiese sido de nosotros si no hubiéramos conocido a Jesús Palabra de Dios. A donde hubiésemos ido?,
“Solo Tu Señor tienes palabras de Vida eterna”, sólo en tu Palabra encontramos la manera de vivir siendo felices, con paz, haciendo lo perfecto, lo bueno, lo agradable.
Cuando seguimos sus enseñanzas y vivimos la Palabra sabemos que estamos en lo Cierto en lo Verdadero, y ya no hay mas respuestas que buscar, pues hemos dado con la Fuente de la sabiduría.
Dice el Señor en Proverbios 8,14: “Mío es el buen sentido, y mío el saber práctico, mía la inteligencia y mío el Poder” el acierto en nuestra vida y la de los nuestros, la garantía de nuestra felicidad en el matrimonio, en toda la vida, está en seguir al Maestro, seguimiento que significa vivencia de discípulo aplicado…
Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies también ustedes deben lavarse los pies unos a otros.
“! Felices los que siguen mis caminos! ¡Feliz el que me escucha!...
Al que no tiene sentido para vivir, El se lo da, el que no tiene alegría en El la encuentra, el que no sabe que hacer, El le enseña, en El esta la sabiduría para vivir “Porque el que da conmigo ha encontrado la vida”, conforme nos vayamos configurando como discípulos del Maestro, los demás también irán recibiendo sus enseñanzas a través de nuestra vida. Jesús es el Modelo de Vida, el Maestro.
Es duro comprobar que por falta de maestros de vida que sigan las enseñanzas de nuestro Maestro Jesús, el mundo va perdiendo espiritualidad, cae cada día mas en el materialismo, en llenar su tiempo de tecnología, lo cual a mi entender, nos esta haciendo un poco perder la capacidad de ser pacientes, porque buscar lo instantáneo, lo fácil, lo cómodo se ha vuelto lo normal, lo práctico, muchas veces en lugar de escuchar a los hijos o a alguien lo mandamos que vaya a un psicólogo, en situaciones que requieren alguien que les escuche por cariño no por $$s la hora.
Jesús es un Maestro que experimenta todo para enseñarnos como se hace, que las cosas que nos parecen imposibles de realizar, Si se pueden, que no es a nuestro estilo como se ama al prójimo sino como El dice: “Como he hecho Yo”
Jesús nos invita a acogerle en nuestra vida desde este momento como Maestro, para ser el Modelo a seguir.
A sus discípulos les dice después de lavarles los pies: “Ustedes me llaman Maestro y dicen bien porque lo soy….yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo”
Había otra pregunta que le hacia esta mañana al Señor también: Porque les lava los pies a sus discípulos, que significa eso para nosotros?, y era encontrar que nuestros pies son como nuestra vida, son los que se ensucian de polvo, de barro, los que se tropiezan y se lastiman, los que golpean al otro, los que llevan buenas noticias o no tan buenas, los que lleva consigo todo el “paquete” de cosas que hay en el corazón, los que como Maria también van a servir al prójimo apresuradamente y por eso necesitamos ir cada mañana a la oración y dejarnos lavar por la Palabra para poder ir a nuestros hermanos con la vida limpia, con autoridad para enseñar para dar buen ejemplo, con un testimonio de vida real, fresco.
La Palabra que oramos cada mañana, es igualmente para iluminar todo nuestro vivir del día, cuando así lo hacemos, todo lo que vivimos tiene sentido, porque no partimos de nuestros criterios sino de los del Maestro, de una Palabra que ha sido probada, ha pasado por el fuego, por la humillación sabe lo que conviene en cada situación.
“Tu no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás mas tarde”. 13,7
Muchas veces no hemos comprendido las cosas que pasaron en nuestra vida, alguna vez seguramente nos quejamos por el resultado de algo, de que cuando le pedimos a Dios, no nos escuchó.
Pero con el tiempo vimos que eso fue lo mejor para todos.
Así pasa también cuando ahora hacemos el bien, cuando devolvemos bien por mal, la otra persona no nos entiende, hasta parece que interiormente nos reclaman…“porque no me insultas tu también…porque no reaccionas como yo espero”, esperan la misma reacción, la respuesta agresiva para seguir peleando.
No comprenden que les estamos enseñando a amar, amando con nuestro ejemplo y que bonito es escuchar que Jesús nos susurra, “no te preocupes, tu sigue amando… ….mas tarde lo comprenderán”. Así nos enseñó el Maestro, amándonos nos transformó, amándonos sacó de nosotros la conversión, lavando nuestros pies, o a través de alguna experiencia que aunque en el momento nos hizo sufrir, pero nos salvo de caer en lo peor, y las veces que no le hicimos caso y tercos insistimos, nos fue mal.
Esta mañana la Palabra también me enseñaba a reconocerle como mi Señor, a quien le pertenezco porque le amo, eso me lleva a creer en que El sabe lo que me conviene, y me pide tener fe en que su Palabra es mi guía, para saber como amar al prójimo.
Porque no puedo amar de cualquier manera, a mis hijos, a mi esposo o esposa guiado por la intuición, o por el ejemplo de otras personas, sino que debo amar a ejemplo de Mi Señor, y mi Maestro, así lo he decidido en mi vida, reconocerle como Tal y seguirle, porque es lo que le conviene a mi prójimo, a mis hijos, a mis hermanos, a mis compañeros, por donde vaya.
Que nuestra Madre nos encamine cada día a buscar la Palabra que es Maestra de Vida, para enseñar a amar con la vida.
Dios nos bendiga.
Nila

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