Ser administrador nace de una experiencia de Amor de Dios
27 de octubre de 2010
Le daba gracias a Dios por el don de la vida, y por todas las muestras de cariño que he recibido estos días por mi cumpleaños, por que detrás de todo esto veo como Dios ha ido creando lazos de amistad a lo largo de todos estos años compartidos y es bonito comprobar que cuando hay amor, ni las fronteras enfrían ese cariño.
Lo que más me ha llamado la atención de la Escuela de la Palabra es el titulo “Amar es dar la vida de Dios", con esto nos esta reafirmando lo que nos dijo la semana pasada que somos administradores del amor de Dios, esta realidad afecta lo mas profundo de nuestra identidad misionera, recibida desde el bautismo.
Jesús el Maestro nos tiene que enseñar una vez más como vivir esta realidad, pues en todo se vivió como envía en sus manos un encargo. Por eso es fiel. Por eso entiendo que su vida es una vida completamente salida de si misma, esta siempre viendo la necesidad de los otros, toda su vida es una vida para los demás.
El mandamiento de Jesús es Ámense como yo les he amado, por que ahí esta la felicidad: y nos remarca el mandato constantemente, porque quiere vernos felices, “serás feliz cuando lo practiques” cuando te pongas como servidor, cuando seas un buen samaritano para tu hermano. “haz eso y vivirás.
¿Qué es amar? Nos decías que es hacer la voluntad del Padre ¿en este preciso momento de mi vida como concretaría esa voluntad de Dios?.
Cuando Jesús nos pide que amemos como El, nos dice que amemos como el Padre: Cómo el Padre me amo así yo les he amado. Juan 15,9 y ese amor no se acaba es Eterno, por lo tanto amar siempre., es un amor de misericordia, un amor que empieza siempre y no se cansa de empezar.
Pidamosle a nuestra madre que nos enseñea caminar por esta vida nueva, por esta forma nueva de amar. Siempre, eternamente.
Hna. Gloria
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