La oración encuentro que me comunica Vida y Amor
Isaías 62,1; Salmo 34,9; Juan 21 1-8
Pautas.
2 de setiembre
Qué bueno poder empezar cada día con la seguridad de que Dios nos esta esperando, que quiere dialogar con nosotros. Y en ese dialogo gustar y ver cuan BUENO es el Señor, pues en El encontramos siempre refugio, asilo seguro, su corazón esta siempre abierto, para acogernos, estemos como estemos, limpios o sucios, vacios o llenos. Su fidelidad es nuestra salvación, el nos sigue viendo con la esperanza de que algún dia lo entenderemos claramente y sin velos 1Corintios 13,13.
Para El somos esos hijos amados y elegidos por siempre, a quienes nos confía todo lo que sabe del padre, nos trasmite su misma vida su mismo amor.
La escuela de la palabra del martes, me dejaba con un corazón muy agradecido para con El, por su fidelidad, pues sigue apostando y fiándose de cada uno de nosotros, sigue alcanzándonos la mano diciéndonos Ven… alarga su mano, para alcanzarnos y si llegamos a caer en esas aguas removidas de nuestros miedos y cobardías, ahí esta su mano firme y fuerte.
Le daba gracias a Dios por su fidelidad y esta fidelidad sigue arrastrando s muchas personas que también quieren ser fieles, al llamado que reciben de parte de El, a ser sus representantes , embajadores aquí en la tierra (gracias Padre Juan Luis por tu vida).
En un momento de oración frente al ataúd de El Padre Juan Luis, recordando esas vivencias de estos últimos tiempos, y mirando su foto le decía: ¡Cuanta Falta nos vas hacer¡ y escuchaba que me decía, con esa sonrisa y paz que lo caracterizaba continua, sigue siendo Palabra de Dios, Verbum Dei, el admiraba mucho el carisma, confiaba en el Verbum Dei, cuanto nos ayudado, a todos los niveles., me siento muy pequeña frente a la talla que El ha dejado, pero me animaba, diciéndome que El seguiría trabajando desde arriba.
Estos momentos de sufrir esta separación, tan importante es hora de reafirmar la certeza de la promesa de Dios, la vida plena en El, los que nos adelantan nos invitan a continuar y no dejar que las aguas ahoguen la voz de su llamada.
Por esto por el amor a Ellos que nos miran, nos esperan allá arriba no podemos callar, no podemos seguir luchando por esos ideales de justicia y salvación para todos.
Isaias 62,1
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