Pautas lunes


“Somos miembros de un mismo Cuerpo”
Esta Verdad de Fe que hemos empezado le decía a Dios en mi oración es como un grito de tu parte Señor en estos momentos en los que vivimos  ya que nos encontramos rodeados de ambientes de división, de búsqueda de intereses propios, etc, etc. Y en medio de todo esto algunos tratamos de vivir y proclamar la unidad, el que todos formamos parte de Un Cuerpo. Quienes escuchamos a Dios nos sentimos llamados a construir esa Unidad en él.
Y Dios mismo dice: “Por amor a Sión, no callaré, por amor a Jerusalén no descansaré hasta que su liberación resplandezca como luz, y su salvación brille como antorcha.”(Isaías62, 1). Hasta que en cada miembro de mi Cuerpo se de la liberación, hasta que cada miembro viva primero la unidad en sí mismo para que desde ahí pueda construirla en los ambientes que lo rodean. Nuestro Dios que nos dice: Recibe primero de mí el amor, la misericordia que necesitas, la liberación que necesitas para construir esa unidad en su Cuerpo.
El Señor me decía, esto es ya una realidad, se lo crean o no, lo vivan o no, ya es una realidad que todos son miembros de mi Cuerpo, porque Yo los he asumido a todos como parte mía: “te he llamado por tu nombre y eres mío” (Isaías 43,1). Dios nos identifica a cada uno, somos miembros únicos en su Cuerpo, el nos ha asumido para siempre y de esta realidad nada nos puede separar, como dice San pablo:” ¿Quién nos separara de este amor de Dios?”, ni la muerte, ni la vida, ni nuestra pobreza, ni nuestra falta de fe, por nada del mundo dejamos  de ser miembros de su Cuerpo.
Dice San Pablo: “Dios puso a cada miembro en su Cuerpo como le pareció conveniente, pues si todo se redujera a un solo miembro ¿Dónde quedaría el Cuerpo?, por eso, aunque hay muchos miembros el Cuerpo es UNO. Y el ojo no puede decir a la mano “No te necesito”; ni la cabeza puede decir a los pies:”No los necesito”. Al contrario, los miembros del Cuerpo que son considerados más débiles son  los más necesarios y a los que consideramos menos nobles los rodeamos de especial cuidado. También tratamos con mayor decoro a los que consideramos indecorosos, mientras otros miembros que son presentables no lo necesitan…….para que no haya divisiones en el Cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos de los otros. Si un miembro sufre, todos los demás sufren con él. Si n miembro recibe honores, todos los demás comparten su alegría” (1Corintios 12,18-26).
Estas palabras nos renuevan nuestra pertenecía a este Cuerpo vivo de Cristo y a detenernos en el cómo de nuestras relaciones, el necesitarnos los unos a los otros me decía el Señor no es algo funcional,  porque funcionas, porque rindes me sirves, o mientras funcionemos bien, este necesitarnos los unos a los otros no va por estos caminos y categorías, sino que nos lleva a profundizar en el verdadero valor de cada uno de nosotros, de cada miembro de la familia, de la Comunidad, de la sociedad. Es una invitación a vivir lo que somos, a movernos en la realidad primera, en nuestro hábitat. Dios ya nos creo para vivir así, ya nos capacito, pero en el camino de la vida se nos pegan a veces las diferencias, creamos separaciones, buscamos otros intereses, pero que grande que nos renueve y nos refresque esta llamada. Y con la llamada nos de la luz a cada uno para vivir esto tan necesario en nuestro ambientes y que es UNA BUENA NUEVA, un reto, pero que vale la pena día a día intentarlo, vivirlo, proponerlo con nuestra vida y como comunidad.
Que María nuestra Madre nos anime y nos impulse a vivir esta llamada que el Senor nos esta haciendo.


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