Pautas martes

Jesús Eucaristía nos ensancha el corazón.

(Is 54,1-10)

Continuando con el tema Jesús Eucaristía como fuente de comunión y vínculo de amor fraterno, El Señor viene hoy con un Amor tan grande, dispuesto a hacer de nosotros su pueblo, su tienda de encuentro, ¡Grita de júbilo tú que no esperabas, grita de júbilo y de alegría pues yo vengo a rescatarte! El Señor viene a hacer grandes cosas en nuestra vida tan estrecha, tan llena de cerrojos por todos lados, El viene a hacer maravillas, solo necesitamos disponernos a escuchar su Palabra y entrar a orar a solas con El en un diálogo muy íntimo, muy personal y amoroso, porque este encuentro con su Palabra acrecienta nuestra hambre de la Eucaristía. Nadie puede encender mas nuestro corazón en deseos de recibirle Sacramentado que El mismo por su Palabra.

La invitación hoy día es a crecer, a abrirnos más al Amor. "Ensancha el espacio de tu tienda, sin demora despliega tus toldos, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a derecha e a izquierda (Is 54, 2-3).

El Amor del Señor nos apremia a desplegar los toldos con urgencia para ser vínculos de amor fraterno. “sin demora despliega tus toldos”

Hazlo sin demora, no esperes para mañana, no lo dejes para cuando tengas tiempo, para cuando te sientas con mas ánimo, no postergues, el deseo del Señor, “tengo urgencia de ensanchar tu corazón, porque esto te hará ser mi tienda de encuentro te hará mas feliz, te dará mas paz, hará que muchos me conozcan, que allí, en tu corazón se alimenten del mismo Pan, el pan que tu le vas a ofrecer en esta tienda de encuentro en este espacio donde yo quiero reinar”.

 Despliega esos toldos que están enrollados, limitados, “Señor esos toldos han estado replegados por tantos años”…”despliégalos, haz más espacio, para que entren muchos para que te extiendas a derecha e izquierda “

 “Ensancha tu corazón, haz espacio para que entren tus hermanos a encontrarse conmigo”,

Para ensanchar el corazón, para hacerlo espacioso, ancho cómodo, donde se sientan a sus anchas, sin apretujarse unos a otros, necesito, sacar lo que está estorbando, yo no puedo sola, como podría ensanchar mi corazón por mi misma? “Pero lo que no es posible para el hombre para Dios si lo es”. Lucas 18,27

 “Alarga tus cuerdas”,Señor yo creo que voy bien, que mis cuerdas ya están alargadas, “tú puedes alargar mas tu paciencia, tu amor….alarga mas tus cuerdas, muchos van a entrar a conocerme a través de tu vida “tu descendencia conquistará las naciones y repoblará las ciudades desiertas”

A veces nuestras cuerdas solo dan para nuestras relaciones más cercanas, no alcanzan para acoger a los demás ya sea porque no nos gustan, porque son diferentes a nosotros, en clase social, en manera de pensar, porque no se ajustan a mis criterios, a los parámetros de mi vida, y por eso los dejo afuera. Recibo a Jesús Eucaristía, oro la Palabra, pero en la vida práctica, me falta tolerancia para hacerlos entrar a mi corazón y recibirlos como mis hermanos.

¿Porque somos así Señor?...La Palabra que es viva y penetra hasta el fondo del alma con su Luz, nos hacer ver la raíz de los sentimientos que no nos dejan ensanchar el corazón para dejar entrar a los demás.

Encontraba que esa raíz generalmente se encuentra en nuestras vivencias de niños cuando nos enseñaron a acortar el espacio de nuestra vida ya sea por protegernos o por prejuicios de nuestros padres, por su manera de ser, en fin; lo que nos aconsejaban siempre era: “no te juntes con ese vecino, no juegues con esa otra, no te juntes con esa chica que ellos no son de nuestro nivel”. etc.

Nos enseñaron a discriminar a las personas, con buena intención seguramente, pero aprendimos a cerrar las puertas de nuestro corazón. También pasó que nos fuimos aislando a causa de nuestros complejos o por “golpes de la vida” que nos hicieron replegarnos, desconfiar de los demás. Muchos otros acontecimientos nos hicieron ir solos por la vida, tristes, sin saber disfrutar de la alegría del compartir con los demás, separándonos de ellos ya sea por orgullo, miedo, vergüenza. etc.

El Señor no nos quiere dejar viviendo así, con una vida tan corta, “no temas, Yo vengo a rescatarte de esa vida, no vas a ser defraudada”

¡Señor danos la fuerza de tu Amor, de ese amor auténtico, que no teme entregarse y abrirse a los demás, Señor ayúdanos a ensanchar nuestro corazón, a sacar esos prejuicios que están tan arraigados desde hace tantos años, transfórmanos en ti Jesús Eucaristía que te das a todos sin miedo, sin calcular los riesgos por preservar tu vida, ayúdame a acoger a todos mis hermanos, al que me rechaza, al que no le caigo bien, al que me lastima con sus palabras o sus gestos de desaires, ayúdame a hacerle entrar a mi corazón, rescátame de estos sentimientos que no me dejan ensanchar mi corazón.

“con un amor que no tiene fin me apiado de ti-dice Yavé que te viene a rescatar”

El Señor nunca nos va a abandonar, El se compromete una vez más a ensancharnos el corazón, a poner su corazón dentro del nuestro para amar como El lo hace. “Los cerros podrá correré y bambolearse las lomas; mas yo no retirare mi amor y mi alianza de paz contigo no se bamboleará. Dice Yavé que se compadece de ti”

El Señor ha hecho una alianza con nosotros:

“Les daré un corazón nuevo y pondré dentro de ustedes un espíritu nuevo. Quitaré de su carne ese corazón de piedra y les daré un corazón de carne”. Ez 36,26.

Jesús Eucaristía viene a cumplir la promesa del Padre El es la Alianza, El es el Corazón Nuevo que ya está con nosotros para decirnos: El Pan que yo daré es mi carne y lo daré para la vida del mundo…mi carne es verdadera comida” Jn 6,55

Jesús Eucaristía viene a ensancharnos el corazón para acoger a nuestros hermanos sean como sean, vengan de donde vengan, nos gusten o no nos gusten, El nos ensancha el corazón al punto de hacernos amarlos como El los ama.

Vamos ahora a decirle a María: Madre ayúdanos a ser como tú que acogiste la Voluntad del Señor para ser su Tienda de encuentro para todos sus hijos, que recibiendo a Jesús Eucaristía vivamos este misterio de su Amor que nos abra el corazón para acoger a todos los que el Señor ponga en nuestro camino.