La Eucaristía hace que todos seamos UNO
La Santísima eucaristía significa y realiza la íntima unión
de todos los hombre en Uno, Su fruto propio es la comunión, es el Sacramento y
sacrificio fundamentalmente constitutivo de la comunidad cristiana. Alimentado
del pan eucarístico, el apóstol se va haciendo hermano de todos los hombres,
creando así la fraternidad universal. “ Constituciones FaMVD 61
Buenos Días Señor, quería empezar las
pautas con este canto de alabanza para ti, mi Dios.
“Cual cierva que corre a la Corriente
que sus ardores calma, así va ansiosa mi alma de tu Ventura en pos, y encuentra
el Agua Viva que apaga sus anhelos, en Ti Pan de los cielos, en Ti que eres su
Dios”.
Así se siente mi alma Señor cuando espero para recibirte, tomando conciencia
que la sed de mi alma te busca, te necesita a ti, Pan de los cielos, te deseo a
Ti que eres el Arroyo, la Fuente, el Manantial
de Vida- Amor. Con ese deseo te espero con esas ansias de tenerte
ya dentro de mi corazón para amarte, para dejarme amar, para ponerme a tu
disposición. ¿Señor, en que te puedo servir hoy día, donde quieres que vaya,
que quieres que diga?, dime Señor, enséñame a amar como tu Amas, con ese amor
único que unifica al que lo recibe con fe.
“La Eucaristía es el manantial que significa
y realiza la comunión de todos los hombres en Uno. Es el sacramento y
sacrificio fundamentalmente constitutivo de la Iglesia y, por tanto, de la
FaMVD. La Eucaristía será para la FaMVD fuente y culmen de su vida fraterna y
misión. El encuentro vivo, cercano e íntimo con la persona de Cristo en la
Eucaristía convierte nuestras jornadas en ecos prolongados de la palabra viva
que hemos escuchado de su boca. De este modo, la FaMVD, alimentada del Pan
eucarístico, se va haciendo hermana de todos los hombres, creando así una
familia universal”.
Señor te necesito para vivir la Misión, porque eres Unidad, que me
unifica, porque encuentro, que mi vida recoge
tantas experiencias, que despiertan al final sentimientos de toda clase que me
dividen por dentro, mis criterios, cosas aprendidas de toda la vida, deseos de
hacer muchas cosas, pero que chocan muchas veces con lo que conviene hacer, a
veces también salen reclamos, ¿porque la injusticia, la desigualdad, unos
tienen demasiado y otros carecen de todo, porque a unos les sobra tanto tiempo,
y a otros se les hace tan corto el día, etc?, hay tantas voces dentro de mí que
necesito centrarme en un solo Sentimiento,
el Tuyo, en tu Ideal, en tu Plan, en una sola manera de canalizar todo en un
solo Camino, una sola Verdad y un único modo de vivir.
Y encuentro Señor que en Ti puedo
encontrarme a Mí, puedo unificarme, porque no puedo trabajar por la
unidad del mundo, si no tengo tu unidad en mi corazón, tu pensar, tus
sentimientos, tu manera de amar al hermano; el ideal que tienes para él, para cada uno, lo
puedo conocer únicamente, dialogando contigo,
recibiéndote en la Eucaristía.
Quiero vivir tu deseo de que todos seamos uno, recibiendo tu Cuerpo, tu
Divinidad, como único camino para crear fraternidad, porque tú me cambias a mi
primero, me transformas, me das de beber, para salir de mi misma y ya no sea yo
sino Tú quien viva en mi, que arrancas opciones de entrega, de dar la vida para
que otros vivan, no soy yo Señor, eres Tú quien sigues trabajando en cada uno
de nosotros, de tus discípulos para crear Unidad.
“Padre que todos sean uno como tu
Padre estas en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros.” Jn 17, 21
Tu deseo Señor , tu ruego al Padre busca que seamos felices, porque
seremos TODOS felices en la Unidad de tu amor, cuando comulgando el Mismo Pan, vivamos lo que
recibimos, la fuerza para
vivir ese amor que es paciente y muestra comprensión consigo mismo, con su
proceso, que se perdona sus errores, que no tiene celos, envidias, se conoce
frágil necesitado, y puede encontrándose y conociéndose amado en su pobreza,
amar al otro, de la misma manera que es amado, esto es tan grande Señor, vivir
en la Humildad, de conocerse de sentir tu Amor que es único y verdadero para
poder amar al otro de misma y Única manera, esto es lo que nos hace Uno,
escucharte, recibirte, unificarnos en tus criterios, tu manera de amar.
“Que ellos también sean Uno en
nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado, Yo les he dado la Gloria
que tú me diste para que sean uno como nosotros somos Uno.”
Jesús nos ha dado la Gloria, ya está en nosotros, la Gloria la podemos
alcanzar porque ya la tenemos dentro de nuestro Ser, solo falta acogerla; podemos ser felices, podemos ser uno, si
vivimos unidos al Dios Uno y Trino, con toda el alma, la mente, el Ser, podemos;
no está lejos de nuestro alcance, solo
falta estirar las manos, la vida, al
Dios de la Vida que nos hace Uno.
Nuestra Unidad en el Amor, en Él, es su motivo, su razón de permanecer
entre nosotros en un pedacito de Pan. El Pan de la Unidad lo podemos encontrar
siempre, donde estemos, El está, ofreciéndose, entregándose a todos, porque lo
que más desea es que seamos Uno en Él, en su manera de amar; unidos en su Santo Espíritu, podremos alcanzar
la perfección en la Unidad.
La
Eucaristía es la fragua en donde, en un intimo diálogo transformador, se forja
la genuina personalidad del misionero. En ella se configura la fisonomía
interna del apóstol y de la Fraternidad, y la convierte en testigo del Reino
para el mundo entero.
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