ESCUELA DE LA PALABRA
17-07-2012
La verdad del Cuerpo de Cristo es
que nos asume, es el misterio de su amor y hace realidad ese ser UNO Jn 17,21,
tú en mí y yo en ti, porque viéndonos unidos el mundo creerá. Somos Uno, es el
deseo de Jesús y fue lo único que le movió, es el por qué de su nacimiento, de
sus milagros, de su predicación, de su muerte y resurrección.
En Mateo 23,37 Jesús llora ante
Jerusalén, viéndola que su corazón se había endurecido, que mataba a sus profetas
y les dice ¡Cuántas
veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo
las alas, y tú no has querido!, les critica esa incapacidad para dar una
respuesta al Amor de Dios, que es nuestra realidad
Ayer saludé a mi tío y es predicador, y me
comentaba sobre su desaliento, por la dureza del corazón al deseo de Dios, de
formar un solo Cuerpo en Cristo. Jesús ha querido correr la suerte nuestra en
todas las circunstancias como un matrimonio: yo te asumo por amor, por opción
en la pobreza, cuando todo va bien, en la enfermedad en la salud y es muy difícil asumir a las personas a
veces tan limitadas físicamente, enfermo, yo trabajo con unos ancianos y el
miedo de ellos es ser una carga para los otros, y prefieren morir: por su
demencia, parálisis, enfermos terminales, y a veces la carga emocional es tan
fuerte que nos impide atenderlos.
En la película “La Vida es bella” , en un
campo de concentración, la mujer asumió la suerte de su esposo y de su hijo,
esa es la humanidad de Jesús asumirnos y si no lo hacemos es por la poca fe
nuestra.
En Efesios 2,14, Dios es nuestra paz,, ahí en
el mundo dividido entre el bien y el mal ,Jesús lo reconcilió todo en Él y ahí
estamos justos y pecadores; sanos y enfermos; buenos y malos, Jesús no rechaza
a nadie. Cuando tuve 18 años, tuve mi primera experiencia del Cuerpo de Cristo
frente al poema de un sacerdote: “El Cristo roto”, en la que Cristo ante el
anhelo del sacerdote de reconstruirlo, Jesús le dice: no quiero que me
reconstruyas sino ponme en mi cuerpo, el rostro de ese blasfemo, de esa prostituta,
de ese violador, terrorista, yo me desconcerté porque Dios quería que le pongan
el rostro que genera nuestro rechazo, y
me decía: en mis tres horas de agonía todos esos rostro pasaron por mi mente y
los amé en su fragilidad.
Miremos y oremos frente a Jesús crucificado y
pidámosle que sea nuestra fortaleza, refugio por los otros y sus necesidades.
Hoy quiero contemplarte y preguntarle ¡Cómo está mi hermano? A los 19 años una misionera me hizo ver ¿Cómo
están mis hermanos? Pero yo pensé en los míos, con quienes vivía: y vi la
dolorosa soledad de mi hermana con sus manos heridas haciendo zanjas para
levantar los muros de mi casa caída, a mi hermano de diez años tan
desprotegido, mi padre enfermo y mi madre sufriendo asumiendo las dificultades
de la casa mientras yo me paseaba por la
playa, pescando tratando de demostrar lo importante que soy y lo que puedo
hacer frente a los demás, y escuché de
parte de Jesús ¡Te necesito! para que me ayudes a dar vida a tus hermanos y viendo la realidad de mi familia, eso fue
un aliciente para mí y me llama a luchar cada día.
¿Quieres ser un miembro vivo en el Cuerpo de
Cristo? Como lo fueron San Francisco, San Ignacio de Loyola, Jaime Bonet.
Los miembros que dan muerte al cuerpo de
Cristo son los que generan muerte, que explotan a los demás, que comercian con sus vidas, sexo, etc. pero
están en el cuerpo de Cristo por pura misericordia, son esas células muertas
enquistadas en el cuerpo de Cristo.
Están los miembros indiferentes que no hacen el mal pero tampoco
hacen bien, que ven pasar las cosas sin decidirse personalmente, les parece
bien la homosexualidad, el aborto etc. Y Cristo los asume.
Están esos miembros débiles, intermitentes
que un día dicen ¡SI! a la Palabra y al otro día están alejados, son los tibios
en el Cuerpo de Cristo ¿Cuál es la actitud de Cristo? Lucas 13,6-9 Él te ha
asumido , Él es la vid y con Él ¿podemos dejar de dar fruto? Nos ama
permanentemente en medio de todas nuestras circunstancias y estamos en él
siempre. Nos llama a ser miembros vivificantes y ahí en el lugar donde estemos
y desde dónde y cómo estemos. Como San Francisco, San Ignacio, nos enseña a
amar a Dios sobre todas las cosas, Jaime Bonet que nos dio gracias a su obediencia a Dios,
nuestro carisma y que a través de misioneras, misioneros y discípulos van dando
vida desde lo más sencillo. Dios nos va haciendo su cuerpo a través de lazos
humanos y que vamos respondiendo en cada situación y vamos influyendo sobre
mucha gente.
En Romanos 12, nos dice cada uno depende del
otro, en lo bueno, lo malo. La
corrupción avanza a pasos agigantados pero el bien también avanza, ¡Qué bueno
es ir a un ambiente cargado de Dios! Somos capaces de hacer el bien a alguien,
de llevar esperanza, crear situaciones que dan vida a los demás ¿Quieres ser
miembro vivo de Cristo? Nuestra vocación es estar unida a la cabeza que es
Cristo, queremos ser la comunidad que
ora y enseña a orar, acoger el legado que Dios nos ha dado la Comunidad Verbum
Dei, ser evangelizadora a través de la
Palabra de Dios. Todo depende de la respuesta que demos a Dios, y de la calidad
de miembro en el Cuerpo de Cristo.
Pidamos a María ser ese miembro que dé Vida y
Amor a cuantos se acercan a nosotros, y
demos Vida a este Cuerpo de Cristo que nos dice ¡Te necesito!
Lecturas para la Semana:
AÑO JUBILAR, 50 AÑOS DEL VERBUM DEI.
Ciclo: Fuentes de Espiritualidad
Tema: Cuerpo
Místico
Jueves: Hechos 9,3-6 Decidió correr nuestra suerte.
Viernes: Mateo
25,34-38 Lo que le haces al más pequeño a mi me lo haces, dice Jesús.
Sábado; Efesios 2,14
-16 Nos reconcilió en su cuerpo.
Domingo: Lucas 13, 6-9
Nos asume incondicionalmente
Lunes: Romanos
12,4-5 Formamos un solo cuerpo.
Martes. Martes 1
Corintios 12,12-21 Ustedes son el cuerpo de Cristo
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