Sacarás agua con alegría – Fragua de AMOR

La Palabra enraizada da fruto

Cita del día:

Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios.

                                                (Ef. 3:17-19)

Pautas:

Para poder entrar y conectar con DIOS se necesita de FE… Es buscar y disponer el Ser para tener un encuentro especial con Dios. Pues debemos orar con quien está. Hacer  ejercicio de presencia de DIOS y desde ahí saber y entender delante de quien estamos… Todo un Dios que busca el encuentro con sus hijos para que experimenten la alegría que da su Amor y que con el andar de los días vamos perdiendo o se va debilitando.

Esta alegría que da Dios no es una alegría efímera o superficial, es una alegría que nace del ser, que nace y se experimenta en el actuar… En los frutos reconocerás tu alegría…

¿Cómo es tu alegría?... ¿Cuáles son tus frutos hoy?... ¿y por qué esos frutos que voy obteniendo no me dan la alegría que muchas veces espero y mi vida reclama?... ¿Y si son frutos buenos por qué no los comparto?...

Yo he venido para queden mucho fruto y un fruto que permanezca (Jn 15)

Jesús tiene algo muy claro: “Tu vida debe dar fruto” y no me iré hasta que des un buen fruto, no por terco sino por el Amor que nos tiene… y ¿Cuál es la locura de Dios? Esta respuesta la recibía con novedad… Cuántas veces hemos deseado en nosotros y en los demás que el Amor de Dios habite en ti… Sin embargo el deseo de Jesús es: “Quiero habitar en tu Ser”…

Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones… TE IMAGINAS LO QUE SIGNIFICA ESO… QUE CRISTO HABITE EN TU CORAZON… Prácticamente el AMOR mismo que deseamos para nosotros y los demás estaría viviendo y siendo en nosotros.

Hijo mío, déjame entrar en tu corazón.

¿Cómo dejamos entrar en nuestro corazón a Jesús?

Es un acto de FE e imaginación: Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo. (Ap 3:20)

 Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. (Mt 6:6)

Es saber que él esta, es cerrar la puerta y quedarte en lo secreto, desconectarte del ruido y encontrar en lo secreto a ellos. Ellos en ti… es allí en lo secreto donde ellos se van arraigando y cimentando en el Amor. Es en el Amor donde se va fraguando el Ser del hombre, donde va naciendo el árbol bueno que dará frutos buenos… donde nacen las Intenciones del hombre... Por encima de todo cuidado, guarda tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida (Prov 4:19).

Si Cristo no vive en nuestros corazones que frutos vamos a dar y que alegría vamos a tener?. Te imaginas: si no tengo Amor soy ruido (1Cor 13). Convivimos diariamente con nuestra familia, con nuestros hijos, con nuestros tíos, en el trabajo… Qué transmitimos?.

Por eso Pablo experimentando esa cercanía nos dice: Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor,  podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios.

Y esta plenitud vaya siendo también en ellos: nuestros hijos, familiares, en el trabajo… que por ser Cristianos no basta desear en el otro que el Amor de Cristo esté en ellos, sino que nuestra vida vaya haciendo en ellos lo mismo que Cristo hace en nosotros… Que nuestra Vida se Viva y se note, que nuestra vida provoque un diferente vivir, una diferente alegría, que nace desde dentro, que tiene intencionalidad: “LA DE CRISTO”.

Dios me va pidiendo en estos días ser consciente de su presencia, orar con el que está y está en Mí, porque es de esta experiencia que nacen los buenos frutos y la verdadera alegría.

Que Dios nos bendiga con toda clase de Bendiciones.