Pautas viernes
Los que adoran al Padre lo hace en Espíritu y verdad Juan 4,15-25 Te damos gracias Señor, porque eres bueno con nosotros, siempre me alegraré de tu presencia y me gozaré de tus favores con que nos colmas día a día. ¿Cómo te pagaré Señor tanto Amor que nos das? Le pedía al Señor en la oración, ¡Dame de beber esa agua que sacia la sed infinita que tenemos de Ti! Que tú seas nuestro único Dios y Señor, que como novia te siga apasionada por el desierto de mi corazón, como en los días de mi juventud y que te siga aún es esas tierras sin cultivar (Jeremías 2,2). Cuando tú me encontrarte Señor, en el borde del pozo de mi vida, y me dijiste ¡Dame de beber!, qué alegría me dio, que todo un Dios, tenga sed de mi Vida, de mi alma y te haces el mendigo ante el pozo vacío de mi corazón, y me invitas a beber del tuyo, esa agua viva que si decido tomarla se convertirá en ríos de agua abundante para mí y para quienes se acerquen a mi vida y me invitas a beber tú conmigo y yo contigo y ahí en diál...