Dios me crea hablando



Tema : Porque orar?
“Tenemos razones para considerar que la oración es fundamental en la vida de todo ser humano. La primera es porque hemos sido creados a imagen y semejanza del «Dios que habla», y hablando crea al hombre. La segunda es porque «hablándonos», sigue creándonos, recreándonos, y llenando de sentido nuestra vida. Nuestro Dios-Palabra orienta nuestra existencia hacia el diálogo con el Creador y hacia el conocimiento de Cristo, Palabra de Dios encarnada, cuya amistad nos configura por obra del Espíritu Santo. Y la tercera es porque escuchar al Dios que nos habla y hablar al Dios que nos escucha nos constituye. Nos vincula con las Personas divinas y nos hace familiares de Dios y de toda la humanidad.” (Doc de la FaMVD)

Dios invisible, movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía. (Verbum Domini 6) (Encíclica del Papa Benedicto XVI)

El Señor que nos ha creado por su Palabra, quiere seguir creando y re-creando nuestra vida, a través de su Palabra que no ha perdido fuerza, que sigue teniendo ese mismo poder creador del Principio.
Nosotros  no somos seres acabados, El ha puesto en nosotros una búsqueda, una necesidad de Él, porque nos ama y quiere seguir haciendo de nosotros su imagen y semejanza, El sabe que estamos aquí, en esta tierra, en este mundo lleno de ofertas, de cosas que nos van desfigurando y por eso quiere seguir hablándole a nuestra vida,  a nuestro ser su imagen y semejanza,
   “dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”, (Gen 1,26)  Dios sigue creando en nuestras vidas, y eso se nota, como va haciendo de nosotros personas nuevas, lo vemos en muchos también que ya no son los mismo, llegan a la Escuela, y al poco tiempo se van revelando como apóstoles, que viven y predican la palabra, matrimonios que re-comienzan, se empiezan a tratar  con un Amor nuevo,  diferente, nacido de la oración, del encuentro con la Palabra, todos  estamos en el proceso, por eso necesitamos de la oración de oírle de preguntarle, de dialogar con El.
 Nosotros no sabemos cómo se vive en este mundo, nadie nos lo puede decir solo Dios que nos ha creado, muchos han tratado y tratan de decirnos con cursos, con talleres. etc, como vivir de Verdad, y vivir siendo felices, con Fe, con Esperanza con Amor pero solo en El diálogo con Nuestro Padre creador, encontraremos “El Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6) para relacionarnos como hermanos, como familia.

Solo en el diálogo con nuestro Creador, que sabe de que barro estamos hechos, que nos falta, que necesitamos, que hay que recomponer, que hay que curar, podremos encontrar la salud de nuestra alma, la paz y la felicidad que tanto buscamos.

Oramos principalmente porque queremos ver a Dios, conocerle, ¿Quién no quiere conocer a su Padre?, todos queremos saber nuestro origen para descubrir quienes somos, cuando hablamos con Dios, a través de la Palabra, El se nos revela, se da a conocer por Jesús, El nos enseña no solo de dónde venimos, quienes somos, sino que nos enseña a amar al Padre, porque al Padre hay que tratarlo, y aprender a permanecer en El  para conocerlo y amarlo en Verdad, saber que somos sus hijos amados, y amarle, si no oramos no le amamos, tendremos imágenes confusas de quien nos ha dado la Vida.

Oramos porque hablar con la Trinidad y escucharle nos configura, nos hace familiares suyos  y de toda  la humanidad.

Cuando veo personas que no se hablan, me da tanta tristeza, que se haya quitado el habla por que una de ellas se siente ofendida. Y le decía Señor como sería mi vida si tú me quitaras el habla con todo lo que te ofendo cada día , pero el Señor me decía que nunca me dejaría de hablar a pesar de todo lo que le hubiera hecho, el siempre va a ser mi amigo, mi Padre. “Podría acaso dejar de  querer al hijo de mis entrañas?...yo nunca me olvidaría de ti” (Is 49,15). Orar es experimentar el Amor de Dios que se renueva cada día en nuestra vida que nos recuerda que somos sus hijos amados, sin esta experiencia de Amor diario, no podemos vivir.

Así es el Dios con quien hablamos a quien buscamos cada mañana, un Padre que perdona y olvida, que solo sabe preguntarnos ¿me amas?, y le basta saber que a pesar de nuestras caídas, le seguimos amando, (Jn 21, 15-16) entonces nos invita a apacentar, a seguir caminando, pero ahora seguros de su amor, de que le amamos y por eso estamos dispuestos a dejarnos guiar por El, para dar la vida, y apacentar a las ovejas.
Oramos porque sin la palabra de Dios no podemos vivir “Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en Mí y yo en El ese da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada” Jn 15,5

Todos tenemos la experiencia de que las veces que no oramos, los frutos son duros de dar, no nos sale el amar, el perdonar, el servir, el estar atentos a la necesidad de los hermanos, pero cuando oramos, el espíritu está listo, presto, rapidísimo para reaccionar al amor, a ver a todos como familia,  nos sentimos parte de la familia de Dios, vivimos con el Espíritu de Dios que se va derramando en nuestros corazones (Rom 5,5)   por la Palabra dialogada.

Que nuestra Madre nos ayude a permanecer en el diálogo constante con nuestro Padre que nos ha creado para estar con Él, y se nos revela en la Palabra.

Dios nos bendiga.
Nila

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