Orar es escuchar a Dios en la Palabra

Hola, a todos mis hermanos de Lima, mi nombre es Zuleyma, soy misionera en formación del Curso de Formación y me encuentro en la ciudad de Lima para ir recibiendo durante este mes de febrero unas charlas formativas que contribuyen con mi proceso de formación y autoconocimiento personal, pero de hecho la novedad más grande de mi paso por la inmensa “ciudad de los reyes” es justamente el regalo que me da el Señor de compartir también con ustedes a través de las pautas online, justamente ayer en el día del amor y la amistad le agradecía este detalle que el Señor me hacia puesto que el lunes entendía de parte de Dios la invitación que todo dialogo intimo con la Trinidad produce en el interior: “Anuncia, transmite, dadme a conocer” y de verdad aunque parezca increíble había pensado dedicarme estos días a escribir pautas por internet a lo más posibles, pero que rápido es mi Señor, realmente es como NEXTEL, mientras uno esta de ida el ya está de vuelta; si, que rápido al concederme este espacio de compartir lo que esta semana profundizamos: ¿Qué es la Oración? Hermanos, yendo sin rodeos y constatando a través de la experiencia que cada uno ha tenido con la Trinidad coincidiremos con la afirmación de nuestro fundador: “La oración es escuchar, es ante todo y en primer lugar escuchar· (FamD)  y aquí va la Palabra que nos exhorta desde el principio: “Escucha, Israel…” ¿Cuánto nos cuesta escuchar? Aparentemente escuchamos y nos escuchamos a diario, pero lo cierto es que muchas veces estamos como sordos, no por no oír, sino porque nos falta CONOCER MÁS, el sonido espiritual y verdadero de la Palabra.“Escucha, Israel…” ¿Qué tengo que escuchar? ¿Qué necesito conocer? Estos días me resuena en el interior y a Dios gracias por ello cuando me dice: “Si conocieras como te amo, si en verdad conocieras no solo de oídas, sino que en verdad soy tu Señor, tu único Señor, si conocieras como te amo, me amarías con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”  y no se trata  solo de buenos propósitos y voluntad humana para encontrarnos con la Trinidad, es dejarnos encontrar por el DIOS- AMOR.”Mira” dice Jesús, “Mira que estoy a la puerta y llamo, conste que no lo toco cuando estés dispuesto a recibirme, soy el amigo que puede llegar a cualquier hora, soy como el amigo inoportuno de la Parábola que llega a casa de su mejor amigo y que este se desvive por recibirme y atenderme, si no tiene que ofrecerme va y busca alimento para darme, mi amigo sabe quién soy y si oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos”.

En el amor y con el amor no hay temor, sino abandono, ayer lo que más me ayudaba en la Escuela de la Palabra es escuchar “No temas reconocer tus miedos y confiármelos”,  por eso abramos la puerta de nuestra vida, recibamos la Palabra de Dios escuchemos a Dios, es verdad que hay mucho que queremos decirle, pero tenemos mucho más que escucharle, él cada día sencillamente viene a nuestra vida a compartir. Dice el Señor: “cenaremos juntos. Yo con él y el conmigo”.

Al final de tu oración en este día, ayudaría preguntarnos ¿Cuál ha sido tu experiencia de oración? ¿Qué me has dicho Señor a través de tu Palabra?

Citas para orar este día:

·         Deuteronomio 6, 4-5

·         Apocalipsis 3, 20

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