Pautas Lunes

La cena en Betania


Isaias 42, 1-7; Jn 12,1-11





PRIMERA FASE: PREPARACIÓN



Señor dame la gracia de estar convencido que estoy delante de Ti, que eres tú una persona que me espera para dialogar, bien sabes que yo sin ti, no sé vivir.

Y ¿tú, Dios mío, puedes vivir sin mí?

Tú eres muy importante para mí y ¿cómo no lo vas a ser? Si te he mandado a mi Hijo Jesús, para que te enseñe a dialogar conmigo y lo sigas para que te enseñe el camino de ser cómo Él, él es mi Hijo muy amado y ustedes también si hacen lo que Él les dice.

Regálame la gracia de estar atento a lo que Él me quiere decir y luego hacer vida esa Palabra para que dé frutos abundantes. El fruto de ser el perfume de Jesús (2Cor 2,17) fragancia de vida que conduce a la VIDA.

SEGUNDA FASE: ESCUCHA
LEE UNA CITA DETENIDAMENTE

María, pues, tomó una libra de un perfume muy caro, hecho de nardo puro, le ungió los pies a Jesús y luego se los secó con sus cabellos, mientras la casa se llenaba del olor del perfume. Juan 12,3
He leído todo el texto Señor, pero esta me llega al alma, porque surge en mi ¡Quiero ser ese perfume! Que se expande y va dejando a su paso como una estela del buen olor de Cristo.

Cuando tú pasabas Jesús por las calles, el evangelio dice que pasabas haciendo el bien (Hechos 10,38) Jesús de Nazaret fue consagrado por Dios, que le dio Espíritu Santo y poder. Y como Dios estaba con él, pasó haciendo el bien.

Y ahora yo soy el que quiero pasar haciendo el bien, pero ¿cómo?

El perfume es de nardo puro, así te hice yo, a imagen y semejanza mía (Gén 1,26) tú eres esa esencia de Amor-Vida, y todos los seres de la tierra, ¡Qué buen perfume son! Inocentes como el niño, que no reconoce quien le hace mal, en todos se confía, creen lo que se les dice y obedecen porque quien les manda sabe que lo aman.

Yo los amo con todo mi corazón, mente y alma, tanto los amo que mandé a mi único Hijo, (Juan 3,16) para que les mostrara el Amor que les tengo, hasta dar la vida en una cruz.

Es verdad lo que me dices Señor, ahora que te voy conociendo y voy bebiendo de tu fuente, el Amor, veo que el amor es lo más natural en mí, porque ¡Qué bien me siento cuando hago las obras que hace Jesús! Orar, perdonar, entender, comprender, tolerar. Y eso me da gozo, un gozo inexplicable, veo ¡Cuánta gracia derramas sobre nosotros y en nosotros está el acogerla o no!

TERCERA FASE: ASIMILACION
Yo te agradezco Señor, porque te has fijado en mi, en el más miserable de la criaturas, pero que cuando dialogo contigo y vivo la Palabra, me elevas de calidad de VIDA-AMOR, como la de tu Hijo y veo que no te has retenido en nada, grande ha sido tu misericordia para con nosotros, al darnos la gracia de poder vivir como Jesús.

A pesar de que la vida, así como está el mundo aplasta lo bueno que hay en mí, creo que tú puedes levantarme y con tu Palabra me darás la fuerza para caminar.

¿Cómo ser ese olor de Cristo, en todas las circunstancias de la vida, con todas las personas?
CUARTA FASE: VIVE LA PALABRA
Dime Señor, en qué quieres que cambie? En tu oración. Veo que te vas desviando del camino porque no dialogas conmigo, quizás pienses un poco en mí, pero no me conversas, yo quiero saber tus preocupaciones, penas, no me escuchas, cada vez vas haciendo lo que a ti te parece, a tu modo, y vas empobreciendo tu corazón con mezquindades para perdonar, criticar, discriminar, juzgar a las personas.

Yo quiero cambiar, Señor, porque quiero que mi vivir sea Cristo que pasó haciendo el bien a todos, quiero ser tu fiel discípulo que lo contempla como María, hermana de Lázaro, y le entrega todo su Amor, porque sabe que Jesús, es el único que ofrece caminos de verdad y Vida y ¿a quién no le gustaría vivir así?
QUINTA FASE: ANUNCIA LA PALABRA

Mi vida anclada en mi mismo quiero desplegarla para perfumar más ambientes, ahí donde no te conocen, ahí donde hay ira, violencia, materialismo, ganas de ofender, vivir amargados, depresivos etc, aunque me da mucho miedo, sus reacciones cuando les pongo el dedo en la llaga, pero tu vida Jesús, es mi valor, todo lo que tuviste que sufrir para instaurar tu reino, ahora nos toca a nosotros ser tu relevo.

Que tu Palabra se arraigue en mi corazón y crezca a profundidad para que a pesar de las tormentas, dificultades que me ofrece la vida, yo pueda serte fiel.

Regálame la gracia, María de que la Palabra de Dios escuchada, asimilada, la pueda hacer vida, para ser feliz como tú, haciendo lo que Él nos diga.



Comentarios

Entradas populares de este blog

“DIOS ME CUBRE CON SU MANTO”

“Un buen soldado de Cristo”

Jesús, fijando en él su mirada, le amó