Tus hijos serán discípulos
1Cor 4,15 ; Is 54, 13
El Papa Juan Pablo en una carta de Cuaresma decía: Que Jesucristo cuando se presenta ante el Padre, se presenta con la humanidad entera rescatada sobre sus hombros, y a mí me sobrecogió bastante esta frase, con la muerte de Jesús, ya toda deuda está saldada.
Sin embargo, Jesús quiso asegurarse de su misión a través de sus discípulos, que esta gracia se conociera a través de los siglos, que su Palabra llegue hasta los confines de la tierra, todo Isaías 49, nos habla de que la evangelización, es por pura gracia y el perdón de Dios.
Él nos hace sus colaboradores y así lo entendió Pablo, el repite hasta el cansancio, soy apóstol por la gracia de Dios, a Él le pareció bien hacerme apóstol de las gentes. La cuestión es creérselo, cuando Ananías, le dice que ha sido elegido por Dios como instrumento de su Amor, el blasfemo, el criminal, le cree y se deja instruir para ser Palabra de Dios.
¡Cuánta bondad del Señor! para hacernos sus instrumentos y más en una comunidad que en sus 50 años, recorriendo la Palabra, vamos revestidos de su imagen siendo ese olor de Cristo que dice Pablo.
Que cuando te presentes ante Dios, Te traerán a tus hijos en brazos y a tus hijas sobre los hombros. «¿Quién me habrá dado a luz a toda esta gente? Pues yo estaba sin hijos y no los podía tener, estaba abandonada, en el exilio, ¿quién me los habrá criado? Porque yo había quedado sola. Y éstos, ¿de dónde vienen ahora?» Isaias 49,21-22
Y realmente me preguntaba ¿tendré hijos, hijas que me reconocerán? ¿Cuánta gente sobre mis hombros me dirá, ¡mamá! ¡Papá!? Porque la engendré a través de la Palabra.
Y eso es gracias a la intimidad, que escuché su voz y me decía: «No vale la pena que seas mi servidor únicamente para restablecer a las tribus de Jacob, o traer sus sobrevivientes a su patria. Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.» Isías 49,6 entendía que no sólo es dar consuelo, a la persona o aliviar sus penas, o hacerla vibrar en un momento, eso es apariencia de piedad, sino a hacerle seguimiento hasta que la persona se involucre en la misma misión que Jesús te encomendó, eso es vivir la misericordia de Dios y regalarla, como lo hizo Pedro y Juan ¡es lo único que tengo y eso te lo doy! Hechos 3,6
Allí buscar a Jesús, en la intimidad, donde soy sincero y me entero de lo que soy y de lo que Él quiere para mi, y qué para los demás porque el me reviste de su gracia y de su amor, porque de nosotros mismo no nos sale ninguna luz, si no de esa intimidad, en la que Él mismo nos instruye, nos convoca y nos envía.
Y de cuán amado y perdonado te sientas, y le creas, te sale ¡mi vida es para ti y en ti la quiero invertir! , aquí estoy yo para ser tu voz, ser tu luz, como tú que brille hasta los confines de mi casa, de mi trabajo, de mi vecindario, del mundo entero.
Cincuenta años recorriendo la Palabra, ¿Con cuántos hijos nos presentaremos ante Dios?
Realmente ahí dónde estoy y cómo estoy, el demonio me quiere jugar una mala pasada, haciéndome creer, que inválida como estoy no sirvo para nada, pero Jesús viene en mi rescate y me dice ¡Ahí desde donde estás te quiero Verbum De!¡Palabra de Dios!
Y los que podemos desplazarnos, hagamos que nuestra luz, la luz de la Palabra que llevemos haga muchos hijos para Dios.
Madre querida, Madre de todos los hombres, danos el fuego del Amor de Cristo para quemar a la humanidad con su Palabra todos los pecados del mundo y todos se salven.

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