EL VALOR DE LO QUE HACEMOS NO ESTÁ EN LOEXTERNO, SINO EN CÓMO LO HACEMOS. MARÍA NOS LLAMA A NO ESPERAR A HACER COSAS GRANDES. HAGAMOS GRANDE LO PEQUEÑO. TODO PUEDE SER ORIENTADO A LA GLORIA DE DIOS
Le doy gracias a Dios, por toda esta semana de oración, Él es nuestro descanso, luz por que a través de retiros, jornadas de oración lo voy conociendo  más y el Espíritu Santo me impulsa a darme  más con amor, aún en  mi pobreza  y la Virgen Santísima me ayuda en este camino.
1COR. 10,31-33 DICE: EN RESUMEN, SEA QUE USTEDES COMAN, SEA QUE BEBAN, O CUALQUIER COSA QUE HAGAN, HÁGANLO TODO PARA GLORIA DE DIOS… NO BUSCANDO MI INTERÉS PERSONAL, SINO EL DEL MAYOR NUMERO, PARA QUE PUEDAN SALVARSE.
Jesús nos da el alimento que necesitamos que es su palabra, bebemos de la fuente de su amor y así darlo a nuestros hermanos, pero sino oramos de qué nos vamos alimentar, sino bebemos de su amor, no nos sentimos amados por Él , cómo vamos amar , a trasmitir vida.
Jesús se alimentaba con largos ratos de diálogos con el Padre, se iba al desierto y  vencia las tentaciones.
Dios no, nos pide que hagamos grandes cosas, ahí en lo pequeño con tu esposo-sa, hijos de dar amor, afecto, cariño, tiempo, diálogo, o en tu trabajo, donde estudias en la universidad, llevando buenas relaciones con los demás.
En lo que uno sabe, poco o mucho, dar, trasmitir la fe en Dios, sembrar la palabra, ser luz para otros, muchas veces nos acostumbramos sólo a recibir y no dar, no somos generosos.
La generosidad de Jesús, es que se hizo pobre siendo rico, para hacernos ricos con su pobreza, cuál fue su pobreza, entregarse en la cruz, da todo por nosotros, Nuestra Madre también es generosa dando su Sí al proyecto de Dios.
Cómo podemos ser generosos, como la pobre viuda indigente, que da todo lo que tenía sus 2 moneditas.
Decirle a Jesús aquí esta nuestra vida, estas 2 moneditas, Dios las va a recibir como la recibió de la viuda , nosotros somos pobres, en nuestra pobreza tenemos mucho para ofrecer en espiritualidad, eso poco que tenemos darlo por completo al mundo para la salvación de nuestros hermanos.
Eso poco o mucho darlo con amor y no por cumplimiento, que todo lo que hagamos sea para gloria de Dios.
Cristo lo va recibir  con  mucho amor y Nuestra Madre también que va ser nuestra fuerza en este camino hacia la santidad, hacia la vida.
Orar con Nuestra Madre, nos ablanda el corazón  con ese amor de Madre y poder tener esa humildad de Nuestra Madre, para darnos por entero, dar todo sin pensar que es poco.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“DIOS ME CUBRE CON SU MANTO”

“Un buen soldado de Cristo”

Jesús, fijando en él su mirada, le amó