La unidad de la FamVD  se basa en la comunión con la Trinidad
1Cor 13, 2-3

Es la Trinidad la fuente de donde bebemos la espiritualidad del Verbum Dei, es en la amistad con la Trinidad en ese diálogo continuo, largo y sosegado que nos habla el Padre Jaime Bonet, en sus diálogos con la Trinidad tan sabrosos, en el que vámonos configurando en nuestras entrañas el Amor de Dios, el Amor que se tienen uno al otro hasta hacerse uno.

¿Cómo beber de este AMOR? Es dejarnos amar por Él,  que nos amó primero,  1Juan 4, y nosotros corresponder a ese amor  libremente, y vamos conociendo ese amor, a base de dialogar con Él y así lo vamos conociendo y conociéndonos nosotros, porque Él nos creó a su imagen y semejanza y Él es Amor y nosotros también en la medida que lo conocemos. Nos parece imposible que seamos como Dios, porque eso nos hacen creer con tanto clichés que tenemos en la mente y desde que nacemos nos están martillando: eres así; terco, malgeniado, haragán,, odioso … etc. así eres y así morirás, pero cuando vamos saboreando de la misma fuente su Amor vamos dándonos cuenta que Dios nos ha  creado con una inmensa capacidad de amar, y al orar con la Trinidad nos vamos dando cuenta de lo que realmente somos  y somos capaces de amar.

A mí, me hicieron creer por mucho tiempo que tenía el genio de mi padre, que lo heredó de mi abuelo y así que mi mal genio era de generación en generación, cuando descubrí que Dios es Padre y me ama y fue mostrándome la capacidad que tenía de amar por su inmensa bondad y misericordia, dejé a un lado mi herencia genética y a través de la oración estoy aprendiendo amar como el ama y es en la oración donde se aprende y me enseñaron en la familia Verbum Dei.

El amor de Dios nos hace una inmensa familia, en la que Dios es el Padre, Jesús nuestro hermano que nos muestra el camino del amor y el Espíritu Santo nos va enseñando a orar y a unir nuestro corazón a Dios y a nuestros hermanos, vía Cuerpo místico, eso nos da seguridad, protección que sólo una familia bien constituida la da.

 Dios nos hace familia Verbum Dei, en la oración ahí es donde se involucra en nuestras vidas a cada día, a cada instante, es el Padre bueno, que nos provee de todo lo necesario para poder amar, Él no sólo te dice: Eres Amor; sino que te da los medios para que cada día te ejercites en el amor, amar se aprende amando: a los que no nos simpatizan, a los que queremos discriminar, a los que nos fallan, a los que no son dignos de nuestra confianza, el Amor de Dios no es irracional, infantil o romántico, está fundado en ese continuo diálogo con la Trinidad y es allí donde vamos conociendo lo que es Dios y lo que somos nosotros, porque el Amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones  y nos ama a cada uno como si fuéramos el único  habitante de la tierra, Él se ve en nosotros,  no por lo que somos nosotros sino por lo que es Él (Salmo 103,13). Dios nos ama porque somos sus hijos y hechura de sus manos, experimentar esto es lo que nos hace Familia Verbum Dei, amando a todos los seres de la tierra porque somos hijos de un mismo Padre y Jesús se entregó y murió en la cruz por todos y cada uno de nosotros.

Vamos a pedirle a nuestra Madre, Madre de misericordia,  vida y dulzura nuestra,  que nos enseñe a vivir en continuo diálogo con la Trinidad, saboreando su ternura como Ella lo hacía, para que en nosotros se encarne el Amor de Dios.

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