Justicia cualidades para la comunión en la Familia Verbum Dei
Efesios 4,24-27
El poder que actúa en nosotros es
la fe y confianza que tenemos en el Señor. Él es poderoso y hace todo “mucho
más abundantemente” de lo que imaginas. Lo que tenemos en nuestra mente desata en nosotros el actuar bien o mal. Si
crees que Dios es capaz de hacerte un hombre nuevo o una mujer nueva, Dios toma
ese pensamiento y lo multiplica abundantemente, que es vida de gracia en
abundancia (Juan 10,10)
Así que tengamos en nuestro pensar
todo lo bueno que Él puede hacer y como en María hacer grandes maravillas,
porque Él se ha fijado en mí.
Aprendamos a buscar en la Biblia
la palabra clave que me llega al corazón y hacer que Ella renueve mi mente, mi
corazón, para lograr ser una nueva
persona, la mente genera influencia en mi manera de ser, pensar, sentir y
decidir; entonces busquemos que la Palabra de Dios influya sobre mi mente,
porque ahí se origina lo que pueda sentir y lograr.
El nuevo
hombre creado según Dios, es creado o recreado por la Palabra, 2 Cor. 5:17 dice "si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas". Gál. 3:27 nos dice cómo estar revestidos: "todos los que
habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos".
No es
posible sembrar la semilla sin antes preparar (limpiar) el terreno. No es
posible construir un edificio sin limpiar el solar, y esto a veces requiere de
un trabajo difícil y complicado, es un proceso que con la gracia de Dios, vamos
pasando de vivir en la mentira en el
hogar, en el trabajo, en los negocios, y casi en toda faceta de nuestras vidas, a vir según la Palabra de Dios
escuchada, asimilada y vivida.
¡Cuántos
hogares y personas se han destruido por
la mentira en forma de chismes y calumnias! . Y recuérdese que es posible
mentir, no solamente con palabras, sino también con los ojos, con los hombros
(encogidos para indicar "no sé"), con el silencio, con alguna
expresión del rostro, o con algún gesto de las manos, etc. Si el propósito de
alguno es engañar o dejar alguna impresión falsa o errónea, es mentira.
También, la verdad a medias es una mentira (Gén. 12:13).
Enójense,
pero sin pecar; no se ponga el sol sobre vuestro enojo". Dios se enoja (1 Reyes 11:9; 2 Reyes 17:18;
Sal. 7:11; 79:5; 80;4,5; Heb. 12:29); Cristo se enoja (Mar. 3:5; Juan 2:15.17).
Nos podemos enojar al observar el pecado
y la destrucción de vidas y almas causada por el pecado. Si amamos la verdad,
entonces aborrecemos el error y el pecado.
Sin
embargo, el enojo es muy peligroso y tiene que controlarse, pues fácilmente se
convierte en resentimiento y en deseo de venganza. Por lo tanto, "no se
ponga el sol sobre vuestro enojo". Si el enojo permanece en el corazón,
puede producir malicia y amargura. Si el enojo que sentimos es indignación
justa, como la de Jesús, debemos decir lo que se debe decir, o hacer lo que se
debe hacer, y luego acabar con el enojo.
"no
den lugar al diablo", "no
den oportunidad al diablo, cosa que sucede si no quitamos muy pronto el enojo
del corazón. El enojo guardado y nutrido en el corazón da ocasión al diablo a
tentarnos. Cuando el cristiano se indigna, su reacción, sea en palabra o en
hecho, debe ser lo que le agrada a Dios. No es pecado reaccionar con
indignación a las injusticias u otras provocaciones de Satanás (Marcos 3:5; Hechos 23:3), pero lo importante es que
lo hagamos con dominio propio. "El amor no se irrita, no guarda
rencor" (1 Cor. 13:5).
Pidamos a
María, que nos dé su dulzura, compasión, y misericordia con nuestros hermanos
así como Jesús la tuvo con nosotros y seamos fieles a vivir en comunidad y
fomentar la feliz convivencia entre los hermanos a pesar de nuestros errores y
fallos.
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