Pautas Jueves
EL ESPÍRITU SANTO NOS HACE MISIONEROS DÓCILES
Juan 3,7-8
No te extrañes que te haya dicho: “Necesitan nacer de nuevo desde arriba”. El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.
¡Qué bonita conversación sostiene Jesús con Nicodemo! Que había ido a buscarle de noche para conversar con él, porque le simpatizaba pero a la vez sentía miedo de los fariseos que le vieran conversar con Jesús, porque a los fariseos no les simpatizaban las ideas de Jesús, pero Nicodemo intuía que Jesús tenía la Verdad, y Jesús le propone nacer de nuevo, cosa que le extrañaba a un fariseo porque seguro que su ley no decía nada de eso, pero Jesús le dice es necesario nacer de nuevo para que seas mi seguidor, es decir rompe tus esquemas hábitos, costumbres, leyes, normas que cargan, libérate y desinstálate porque el Espíritu es dinámico: aletea, poniendo orden en el caos en que te encuentras, ayúdame a construir el reino de Dios.
Y es nacer de nuevo cada día a través de la oración.
Jesús habla con la certeza de que su vida era guiada por el Espíritu Santo, porque sabe que el Espíritu conoce el corazón de Dios y a la vez conoce las intimidades del hombre, si nosotros nos creyéramos esto, seguro que por gravedad caeríamos en las manos de Dios en completo abandono y seríamos dóciles a su Palabra, por eso Jesús dice; es necesario nacer de nuevo, porque sólo así será libre de ataduras que no te permiten proclamar el Reino de Dios. La ley no nos deja adentrarnos a la gran aventura de hacer realidad el sueño del Padre: Que todos se salven.
Lo que nos contaba Manuel, que fue a un trabajo que le habían ofrecido, pero cuando fue, a la persona que iba a reemplazar estaba ahí instalada en su puesto y no le habían dicho nada que tenía que abandonarlo por lo tanto fue una sorpresa para ambos, al Señor entró en crisis y Manuel nervioso de cómo lo iba a despojar de su trabajo a alguien , pero Manuel se dejó llevar por el Espíritu Santo y fue dócil al obedecerle y prefirió quedarse sin trabajo, a tener que despojar al otro señor , porque no le pareció justo, esto suena para los que no viven según el Espíritu Santo a sonsera o algo peor, pero para quienes viven la Palabra es dejarse llevar por las insinuaciones del Espíritu Santo, que es como el viento y no sabemos a dónde nos lleva pero en manos de Dios tenemos la certeza de que no nos abandonará.
La Palabra de Dios, donde se encuentra el Espíritu de Jesús, es la Palabra de Dios cargada de Amor son las más impresionantes porque nos llama a la fe. Porque su Palabra es salvación para el hombre que no puede hacer nada por sí mismo; es renunciar a mis propias certezas, convicciones, lo que siento, quiero o quisiera controlar.
El Espíritu Santo gime en nosotros hasta que demos frutos en abundancia, y el mayor fruto es que llevemos la salvación a todos los hermanos, empezando por nuestros familiares, los de casa, como nos decían en la Escuela, no es necesario ir a África, o a la China, es con los más cercanos ¿Cómo vivimos y damos la Palabra? ¿Viven la Palabra nuestros padres, hermanos, familiares más cercanos? Nuestros vecinos que a veces vivimos años a su lado y ni siquiera sabemos su nombre y ¡Cuánto necesitan de una Palabra nuestra que sacie su necesidad de encontrar algo que la calme y colme sus ansias de trascender. Nuestros compañeros de trabajo o de universidad!
Juan 3,7-8
No te extrañes que te haya dicho: “Necesitan nacer de nuevo desde arriba”. El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.
¡Qué bonita conversación sostiene Jesús con Nicodemo! Que había ido a buscarle de noche para conversar con él, porque le simpatizaba pero a la vez sentía miedo de los fariseos que le vieran conversar con Jesús, porque a los fariseos no les simpatizaban las ideas de Jesús, pero Nicodemo intuía que Jesús tenía la Verdad, y Jesús le propone nacer de nuevo, cosa que le extrañaba a un fariseo porque seguro que su ley no decía nada de eso, pero Jesús le dice es necesario nacer de nuevo para que seas mi seguidor, es decir rompe tus esquemas hábitos, costumbres, leyes, normas que cargan, libérate y desinstálate porque el Espíritu es dinámico: aletea, poniendo orden en el caos en que te encuentras, ayúdame a construir el reino de Dios.
Y es nacer de nuevo cada día a través de la oración.
Jesús habla con la certeza de que su vida era guiada por el Espíritu Santo, porque sabe que el Espíritu conoce el corazón de Dios y a la vez conoce las intimidades del hombre, si nosotros nos creyéramos esto, seguro que por gravedad caeríamos en las manos de Dios en completo abandono y seríamos dóciles a su Palabra, por eso Jesús dice; es necesario nacer de nuevo, porque sólo así será libre de ataduras que no te permiten proclamar el Reino de Dios. La ley no nos deja adentrarnos a la gran aventura de hacer realidad el sueño del Padre: Que todos se salven.
Lo que nos contaba Manuel, que fue a un trabajo que le habían ofrecido, pero cuando fue, a la persona que iba a reemplazar estaba ahí instalada en su puesto y no le habían dicho nada que tenía que abandonarlo por lo tanto fue una sorpresa para ambos, al Señor entró en crisis y Manuel nervioso de cómo lo iba a despojar de su trabajo a alguien , pero Manuel se dejó llevar por el Espíritu Santo y fue dócil al obedecerle y prefirió quedarse sin trabajo, a tener que despojar al otro señor , porque no le pareció justo, esto suena para los que no viven según el Espíritu Santo a sonsera o algo peor, pero para quienes viven la Palabra es dejarse llevar por las insinuaciones del Espíritu Santo, que es como el viento y no sabemos a dónde nos lleva pero en manos de Dios tenemos la certeza de que no nos abandonará.
La Palabra de Dios, donde se encuentra el Espíritu de Jesús, es la Palabra de Dios cargada de Amor son las más impresionantes porque nos llama a la fe. Porque su Palabra es salvación para el hombre que no puede hacer nada por sí mismo; es renunciar a mis propias certezas, convicciones, lo que siento, quiero o quisiera controlar.
El Espíritu Santo gime en nosotros hasta que demos frutos en abundancia, y el mayor fruto es que llevemos la salvación a todos los hermanos, empezando por nuestros familiares, los de casa, como nos decían en la Escuela, no es necesario ir a África, o a la China, es con los más cercanos ¿Cómo vivimos y damos la Palabra? ¿Viven la Palabra nuestros padres, hermanos, familiares más cercanos? Nuestros vecinos que a veces vivimos años a su lado y ni siquiera sabemos su nombre y ¡Cuánto necesitan de una Palabra nuestra que sacie su necesidad de encontrar algo que la calme y colme sus ansias de trascender. Nuestros compañeros de trabajo o de universidad!
Pero hay muchos discípulos que fieles al carisma del Verbum Dei, no cesan de predicar ahí donde están por eso damos gracias a Dios por haber suscitado nuestro carisma a través de la docilidad de Jaime Bonet, de orar y predicar la Palabra, gracias a la docilidad de Jaime Bonet, la comunidad misionera está en los cinco continentes llevando la salvación a todos los hombres.
María Madre muy querida y amada por el Verbum Dei, regálanos el espíritu de docilidad, que te llevó a ser la Madre de Jesús, y que con su muerte y Resurrección nos ha salvado, Es tu docilidad al Espíritu de Amor que nosotros podemos llegar a ser como Jesús: el enviado del Padre. ¡Ruega para que esto se haga realidad!
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