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HOY TENGO QUE QUEDARME EN TU CASA
Lucas 19,1-11

Yo me imagino en la composición de lugar, a un Zaqueo, corriendo entre la gente para ver a Jesús, como a veces hacemos cuando llega a la ciudad alguien importante y lo queremos ver y buscamos un lugar donde divisarlo mejor y me imagino a Jesús caminando libremente por las calles enseñando, amando, haciendo el bien a todos.
Preparación a la Palabra.-

Por su parte Zaqueo tenía mucha ganas de conocer a Jesús, y lo admiraba ¿Qué había visto en Jesús para querer conocerlo? ¿Qué le animaba a buscar un lugar alto dónde poder verlo? Y Jesús ya había advertido los anhelos de Zaqueo ¿Qué vio Jesús en Zaqueo, que se adelanta a la situación de búsqueda de Zaqueo?

 Escucha de  la Palabra

Cuando Jesús llegó al lugar y miró hacia arriba, le dijo:” Zaqueo, baja enseguida pues hoy tengo que quedarme en tu casa”
Hoy tengo, Jesús ya conocía a Zaqueo más de lo que Zaqueo se conocía a sí mismo, y Jesús, toma la iniciativa, se deja encontrar por quien lo busca ansiosamente, cree en Él y el punto de partida de oración de Zaqueo es que lo admira y si lo admira tiene su corazón dispuesto a imitarlo, desde el fondo del alma diría: ¡Jesús, yo quiero ser como tú! Pero como todo burócrata romano tenía miedo de manifestarlo por temor a sus jefes.
Pero se dio cuenta que Jesús  no era lo que él pensaba, que Jesús ni lo miraría y pasaría de  largo sin darse cuenta de  él, y se decía: me  subo al árbol, lo conozco y chau.

ASIMILACIÓN DE  LA PALABRA:

Zaqueo, lo recibió en su casa con gran alegría, ¿Qué sentimientos encontrados tendría Zaqueo en esos momentos? Alegría que Jesús se hubiera fijado en él, a pesar de su pequeñez, pesar de estar subido a un árbol, de  donde no pensó bajar con tanta alegría.
¿Cuál era la pequeñez  de Zaqueo? ¿De estatura? ¿O la poca visión para ver que con sus tramposas cobranzas de impuestos, estaba haciendo daño a sus propios hermanos?
¿A qué árbol se había asegurado? ¿Al árbol de su avaricia, de su insensibilidad ante la miseria de sus hermanos?
Antes habíamos dicho que Zaqueo para empezar su oración tenía la ventaja de desear conocer a Jesús,  lo admiraba, por lo tanto quería ser como Él. Es decir creía que Jesús era un hombre bueno.
Por eso, que fácil fue desprenderse de su árbol, la avaricia, y con inmensa alegría baja, lo recibe y cuánto más lo miraba, comprendía por qué debería seguirlo, ser como Él, Jesús tan sencillo comiendo con Él que es pecador, Él es libre, no se preocupa por el qué dirán, tan limpio de corazón que no ve en Zaqueo un hombre pecador sino a un hombre que necesita ser salvado.
Zaqueo, en respuesta le dice: estoy dispuesto a dejar de ser lo que soy, avaro, Señor, tú me conoces, es porque yo y mi familia también queremos gozar del bienestar que gozan los romanos, provengo de un pueblo siempre humillado, discriminado y me dejé llevar por la ambición.
Por eso te pido perdón por lo que he hecho

VIVE LA PALABRA:

Y Voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres y a quien le haya exigido injustamente le devolveré  cuatro veces más.
Es que Jesús yo te conozco, vives en el mismo lugar que yo,  provienes como la mía de una familia pobre ¿Y qué es lo que no te hace deshumanizarte, como yo? ¿Acaso no eres hombre como  yo? ¿Acaso no puedo aspirar a tener un corazón tan libre como el tuyo? ¿Sin pequeñeces, sin necesidad de árboles que me aten? Quiero ser libre como tú, de toda atadura, libre llevado por la fuerza del Espíritu de la Palabra.   Dime Señor ¿qué tengo que hacer?
Haz lo que has dicho,  porque hoy ha llegado:¡ LA SALVACIÓN A TU CASA ! Y YO HE VENIDO A BUSCAR Y A SALVAR LO QUE ESTABA PERDIDO!

PREDICA  LA PALABRA

Comienza a predicar a los tuyos, la salvación es primero para los de tu casa y los demás viéndote se pondrán a favor del REINO DE LOS CIELOS, que es la alegría, el gozo, la paz y la justicia que ya tienes. 

Oración Personal

Ahora ponte tú de protagonista, ya no es Zaqueo, ahora eres tú.

ü  Has  la composición de lugar: ahí donde estás y cómo estás.

ü  Prepara tu corazón ¿deseas ardientemente encontrarte con Jesús, en oración? ¿Lo admiras? ¿Crees que Él te busca y tienes los ojos fijos en ti? ¿Crees que Jesús te conoce?

ü  Escucha que Jesús a través de la Palabra te invita a que le abras el corazón: ¡Hoy tengo que quedarme en tu casa, en tu corazón, en tu familia, ¿Cómo le responderías?

ü  Asimila la Palabra. Mira a Jesús

o   Humilde, se acerca a ti, a tu hogar, a tu trabajo, universidad.

o   Es libre de toda atadura: qué dirán, no busca su gloria, su bienestar, se expone a fin de salvarte: a que no le abras la puerta, a que le contestes mal, a que no le respondas.

o   Es todo un Dios que se abaja a tu pequeñez y te dice: ¡baja de tu árbol y mira tu vida ¿cómo está? Baja de tu egoísmo, de tu soberbia.¿ Por qué tus hermanos, hijos, compañeros de universidad o trabajo, tienen que pagar las consecuencias de tu avaricia, ambición, de tu autosuficiencia?

o   Recapacita y vuelve a mí, que soy la verdad, el camino y la vida feliz. Encuentra la raíz de tu falta. Ponle nombre a tu pecado.

ü    Vive la Palabra, según lo que Dios te ha dicho y tú optes por seguir el camino de Jesús.

ü   Da testimonio de tu Vida con la Palabra que te ha salvado.

ü  Da Gracias a Dios por los frutos que te ha regalado y dile a la Mamá María, que te enseñe a guardarlo en el corazón para que tu oración dé frutos abundantes-

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