Eucaristía Alimento de Vida eterna
Quiero darte gracias Señor porqué no te cansas de darnos Vida, semana tras semana nos haces profundizar en lo que nos da Vida: En Pentecostés, el Espíritu Santo, luego la Trinidad, y ahora la Eucaristía, ojala no se endurezca nuestro corazón para poder escuchar todo lo que nos quieres decir. Yo casi como Pedro quisiera decirte ahora: Señor a donde iríamos solo Tú tienes el alimento que nos da la Vida eterna.
"Yo soy el pan de vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, el que crea en mí no tendrá nunca sed." Jesús nos invita a alimentarnos de Él. ¿Para que vamos a buscar alimentarnos de cosas que no nos dan Vida?, (Is 55,1) El es el Pan Vivo el Alimento que nuestra alma está buscando para tener Vida eterna, para tener vida en este mundo.
El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo
Cuando nosotros estamos pasando por algún sufrimiento, y estamos desorientados, angustiados, preocupados, rebeldes, confundidos, cuando nos falta en general la vida, acudimos a la Eucaristía con fe, con la certeza de que el Señor nos va a nutrir para poder tener paz y ver con más claridad todo lo que nos preocupa ya sea en el trabajo, en los estudios en la vida diaria en general.
Me acordaba de cuando la hemorroísa fue a tocar al Señor ella decía “Con que toque la orla de tu manto quedaré sana...” (Mt 9,21)
Y nosotros no solo tocamos la orla de tu manto, tocamos todo o mejor dicho nos dejamos tocar por Ti señor por completo.
Jesús Eucaristía se ha quedado con nosotros para ser nuestro alimento para la vida del mundo. Sin El no podríamos vivir, y hasta nos hace preocuparnos por los que no creen,
“En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes”.
¿Cómo pueden vivir sin el Alimento que da Vida eterna?,
Esa preocupación nos hace salir a llevarles la Palabra, la fe, nuestro testimonio de vida, nos hace ser alimento para ellos.
Los judíos discutían entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer carne?»
Ellos no tenían fe como mucha gente de este tiempo porque lo veían como un hombre cualquier “Este” , pero nosotros creemos que es Dios y que todo lo puede, si decidió quedarse en un pedacito de Pan es que así lo quiso hacer, quiso hacerse alimento porque así le pareció bien,
Uno de los momentos que mas disfruto en la Misa son las Palabras de la consagración. “Este es mi cuerpo que será entregado por vosotros”….. ¡Qué declaración de amor tan grande, alimentarnos de su Cuerpo, ¡¡de todo su Ser Dios!! ¡ESO ES GRANDE! nada ni nadie se le puede comparar, y cuando dice también Dichosos los invitados a la cena del Señor” mi corazón empieza a prepararse para recibir el alimento que viene para darme Vida…! Que dicha! Cuando pienso en los años que pasé sin recibirte…¡Cuantos años perdidos Señor, cuantos años viviendo pero sin Vida!
Mi dicha es recibirte Señor, porque me haces amarte más, me das más hambre de Ti, hambre de tu presencia en el Santísimo Sacramento, de recibirte cada día, cuando no puedo ir a misa un día, me falta la vida. De hecho a mi me transformó el recibir el Cuerpo y la Sangre del Señor a diario, afortunadamente el sacerdote de nuestra naciente parroquia, acostumbraba, porque éramos pocos los feligreses, darnos las dos Formas.
Dice el Papa Juan Pablo II
“Cristo realmente presente bajo los velos de simples y materiales apariencias, Cristo-Pan, Cristo-Vino es verdadera comida y verdadera bebida para el hombre que tiene hambre y sed de lo infinito. Sólo Él, Cristo, puede colmar la necesidad de eternidad del corazón humano; sólo Él, Cristo, es total realización de todas sus aspiraciones y prenda segura de inmortalidad. Sólo Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida (Jn. 14,6) para los que comen su carne y beben su sangre."
"No olvidéis jamás: Cristo, que nos nutre bajo las especies consagradas, es el mismo que viene a nuestro encuentro en los acontecimientos cotidianos; está en el pobre que tiende la mano, está en el que sufre e implora ayuda, está en el hermano que pide nuestra disponibilidad y espera que le acojamos. Está en el hombre, en todo ser humano, incluso en el más pequeño e indefenso."
"¡Misterio profundo de vida! ¡Impenetrable misterio de amor!.. La Eucaristía nace del amor y sirve al amor, definitivo mandamiento de la Nueva Alianza." (Juan Pablo II en Orvieto, Italia).
Nuestra madre nos bendiga y nos acompañe a recibir la Eucaristía, con un corazón lleno de amor, de agradecimiento y necesitado del Alimento que da la Vida Eterna.
Dios nos bendiga.
nila
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