Pautas Jueves

La oración es la mejor preparación para dar razones de esperanza


1Pedro 3,15; Mt 12,30

… sino bendigan en sus corazones al Señor, a Cristo; estén siempre dispuestos para dar una respuesta a quien les pida cuenta de su esperanza 1Pedro 3,15
El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. Mateo 12,30

Me gustaba coger de la carta de Pedro desde el versículo anterior, porque me parece que el fundamento de nuestra esperanza, es la confianza en Dios, ¿quién nos podrá hacer daño, si estamos con Él? ¿Si Dios es nuestra compañía? Si no damos razón de nuestra esperanza es porque no anclamos en la Palabra de Dios, en esa entrañable familiaridad con Dios, que es lo que da precio y valor a nuestra vida, como decía un evangélico convertido al catolicismo, en una entrevista que le hacían, sobre cuál era la causa por lo que los católicos nos dejamos embaucar por ellos y nos separamos de la Iglesia católica, y contestó que es el desconocimiento de la Palabra de Dios y mientras que ellos se aprendían unas 4 ó 5 citas bíblicas y con esas nos dejamos enredar y sorprender.

Pero es difícil caer en las redes de cualquiera cuando hay diálogo diario, cuando hay esa entrañable relación con Dios que nos llena de Vida y Amor que nadie, ni nada nos la puede quitar y que nos compromete comunicar esta gracia que recibimos a raudales.

«Vivir el Evangelio y convivirlo, participar de él y compartirlo y llegar a la más íntima unión con Jesús y comunión con los hermanos, es condición de vida y perfección para todos» (Jaime Bonet, Breve Ideario).
Necesitamos creer y dar testimonio de ese amor renovado de amor y fidelidad a Dios, porque si no estamos con Él estamos contra Él, y es gozar de la gracia y permanecer firmes en la esperanza que nos la da la unión diaria con Él.
Necesitamos dar un testimonio fehaciente ante un mundo que concibe la vida y el amor con un relativismo espantoso, donde los valores evangélicos dependen de las situaciones que vives, de las personas que te rodean, de lo que te ofrecen: cargos, dinero, fama etc.
Hay que ver a Jesús tan firme en sus valores con su vida y su Palabra, no digo sino lo que me dice el Padre y no hago otra cosa que ver lo que Él hace y yo lo hago tal como lo veo hacer. Mi Padre y yo trabajamos juntos.
Si confirmamos nuestra esperanza con la vida y la palabra, eso convence a otros y los ilusiona a vivir lo mismo, porque nos ven felices porque lo que hay en el corazón habla la boca.
Aún en las dificultades que vamos encontrando en el camino, seremos como esos árboles que aun en épocas de estío, permanecen verdes y siguen dando frutos y sus raíces se hacen cada vez más fuertes para soportar los vientos y las tempestades.
Ser testigos de la esperanza en Dios, es el signo vivo que Dios quiere ofrecer al mundo a través nuestro, sobre todo en el medio donde vivimos donde nuestros hermanos viven sólo preocupados por el trabajo, el dinero, el placer y cuando no lo tienen caen en el abismo de la desesperanza, decepción, pesimismo, depresión.
Y qué bonito a que tú estés llamado a poner optimismo, confianza, fe ahí donde no lo ven aquellos que no permanecen en esa relación amorosa, íntima con Aquel que es todo lo que necesitamos.

María, Madre, vida, dulzura y esperanza nuestra, ruegapara que no caigamos en la tentación de vivirnos en soledad.

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