Somos testigos de quien nos eligió.

 Juan 15, 15-16

Buenos días querida familia, espero les ayude mi oración de esta mañana...

Empezaba mi oración con la cita de proverbios 8,34 “Feliz el que me escucha que aguarda cada día junto a mi puerta, a la espera, sin apartarse de la entrada. Porque el que da conmigo ha encontrado la vida”.

Y me encontraba que cada mañana espero a la puerta en la oración, esperando la vida, esperando oír la voz del Señor, pidiéndole aunque sea una migaja como la mujer cananea, y el Señor me decía que Él no me mira así, me mira como su amiga y me abre la puerta porque me ama, porque ha elegido abrirme,  como a su  amiga de confianza.

Y el Señor esta mañana me enseñaba a ser amiga de verdad, no eres mi sierva, un siervo (con el concepto del mundo) trabaja por la paga, piensa en quedar bien, trabaja para algo para ganar a cambio de su servicio, trabaja para sí mismo, no sabe lo que hace su patrón la intencionalidad, lo que piensa, el porqué le manda algo no lo medita solo “hace”, el siervo se preocupa más de cumplir.

Y le preguntaba: Señor cuando me dices “Yo te he elegido para que vayas y des  fruto”.

Parece que hay un interés, un para algo, pero el Señor me hacía entender lo que significaba su Palabra, me explicaba cómo es su amistad, la verdadera amistad, y caía  en cuenta de que muchas veces he buscado la amistad de alguien por algo, sacar una ventaja, una ayuda, un servicio o para que me consuelen o acompañen, siempre pensando en mi, y le pedía perdón por no haber sabido ser verdadera amiga, y le pedía perdón porque hasta en mi relación contigo,  antes conocer la oración el trato de amistad con El señor, iba más por el milagro, por su protección, para que haga lo que le estaba pidiendo, para sacar algo.

Yo te he elegido para que seas mi amiga, los frutos de esa amistad estarán basados en el amor, así como cuando ves a un amigo que te da sin medida, que no espera nada, como ese amor que reflejan una misionera, que no espera paga, que se entrega sin reservas, y tú te admiras de la amistad de esa persona,  que da sin esperar nada a cambio, y la aprendes a apreciar a querer, le empiezas a tener confianza, le tratas como amiga, y aprendes a dar igual que ella…

Así yo te preparo, en el amor, en el dialogo de cada mañana, me vas conociendo como te amo, te escucho, así como vengas, con todo lo tuyo  no importa,  me alegro con solo verte, te perdono, no te condeno te amo solamente…así tu aprenderás a hacer lo mismo a amar, a ser verdadera amiga, a relacionarte con los demás según lo que vas recibiendo de mi, solo tienes que permanecer en mi  así como yo permanezco en el amor del Padre, ese amor me hace salir a dar la vida, a mí nadie me la quita, yo la doy porque así lo quiero , porque permanezco en el amor del Padre, ese mismo amor es el que doy, sin esperar nada a cambio, es mi alegría entregarme, darme, en la Palabra, en la Eucaristía, no tienes que pagar nada por orar, por estar conmigo, es gratuito, el amor se da sin esperar devolución… si tu quieres cumples mi palabra…si alguno me ama el Padre y yo moraremos en su corazón. Esta amistad está basada en el amor, de permanecer en mí, aprenderás a amar como yo te amo, en gratuidad en fidelidad, en entrega total.

Así será tu alegría completa, te llamo amiga, eres mi elegida  para permanecer en mi amor, así se darán los frutos, si vives como sierva como alguien que “ hace cosas” los frutos que se dan serán frutos terrenales, forzados, que te cansan, nuestra amistad nuestros encuentros en la oración nuestro trato de tú a tú, te hace salir a amar, con alegría de dar la vida, aunque te canses estas alegre, porque así es el amor, es eterno, nunca acaba, es la alegría que brota del corazón te hace ser servidora de amor, es una amistad que lleva al servicio en el amor, a dar,  a dar testimonio  espontáneamente, porque hace lo que le brota del corazón, dice lo que ha oído en su corazón, de lo que rebosa el corazón habla la boca, habla su actuar, su vida.

Amistad viene de Amor, como el Padre me amo yo te amo, permanecer en  el amor del Padre  me hace dar frutos, dar la Vida, así permanece en mi amor para que des frutos abundantes duraderos eternos porque así son los  frutos nacidos de una amistad basada en el Amor.

Cuando amas a tus hijos no esperas nada a cambio así te preparo en el amor, porque el amor enseña, el amor forma, promociona al otro gratuitamente sin esperar nada a cambio, así te amo, te preparo para que vayas a dar fruto, los frutos se darán a medida que permanezcas en mi amor, cuando ames, te dará una alegría que seguirás amando para tener  más alegría y mas, para esto te he elegido para que seas feliz amando, no hay mayor alegría que ver al amigo feliz, esa es mi mayor alegría, verte dando frutos, siendo testigo del amor, que los demás conozcan el verdadero amor, la verdadera amistad.

Cuando das el Amor que recibes creces en el amor, tu eres la primera beneficiada, esa es mi preparación, mi escuela mi enseñanza, mi amistad te trata bien, te transmito amor,  no te exijo, te he elegido como mi amiga digna de mi confianza y amor, para que seas testigo en el mundo de que soy un Dios amigo, cercano familiar, tu manera de vivir será una invitación a conocerme, he depositado mi confianza en ti.

Gracias señor, aunque no soy digna de tu confianza,  pero tu Amor me hace sentirme digna, amada, amiga tuya, y como no corresponder a esta amistad a este amor tan grande.

Ayúdame madre a dar testimonio de este amor con sencillez no buscando hacer grandes cosas sino como tú,  en lo sencillo, en lo humilde y cotidiano, ser testigo de cómo soy amada por Dios Uno y Trino, testigo de QUIEN ME HA ELEGIDO POR AMOR

Dios nos bendiga.

Nila