Salvamos a una persona cuando le enseñamos a orar.



Lucas 11, 1-13. Hechos 10 38-39.

Te doy gracias Señor por permitirme ponerme en tu presencia, gracias Señor por la fe que me dice que Tu estas aquí, que no estoy sola, que Tú estás conmigo, por eso te pido “enséñame a orar, como Juan enseño a sus discípulos”.
Quiero pedirte Señor una oración que cambie mi vida, que me renueve, que en esta mañana cambie mi manera de pensar, de hablar, enséñame una oración que no se quede en estas cuatro paredes, sino una oración que contagie lo que he orado, que mi vida provoque a los demás orar, que me haga pasar por la vida de las personas haciendo el bien.
Necesito recibir tu Bien , necesito recibir tu Palabra que pase por mi vida primero haciendo el bien en mi, liberándome, sanándome, que me de vida, Salud, pensamientos nuevos, que no me deje arrastrar por la corriente del desánimo, de la rutina, de la amargura, de la falta de fe, porque puedo hace caer a los demás en esta corriente, NO permitas Señor que eso suceda, rocíame con tu Palabra, crea en mi oh Dios un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme, dame tu salvación que regocija, que un espíritu noble me de fuerza , haz que sienta otra vez júbilo y gozo.(Salmo 51)
El Señor me regalaba una oración diferente,   no como la oración que enseñaba “Juan”, no esa oración aprendida, memorizada, sino la oración de los hijos de Dios, de diálogo, de amor, profundo amor, que cada palabra mía brote de un corazón sediento, necesitado, pobre de espíritu, humilde pero lleno de fe, cada Palabra recibida caiga como Rocío de la mañana sobre mi vida, que me empape, que me fecunde que haga brotar de mi frutos nuevos, que me de la simiente para sembrar y el pan para comer y dar de comer a mis hermanos.
Ora a tu Dios, a  tu Dios que tiene un Nombre: Padre, ora  como hija, dile Padre  y tu Padre en lo secreto  te compensará.
Padre venga tu Reino, dame el pan que corresponde, porque si no estoy contigo cada mañana, voy a dar el pan que no es, el pan duro de mi mal carácter, de mi tristeza, dame el pan que necesitan mi familiares, aquellos a quienes quieres Tu llegar a través de mi vida. Te quiero pedir el Pan de tu Palabra, para no ir mendigando a puertas de mendigos, dame el Pan de tu Palabra,  el pan que es Vida,  bajado del cielo, para ofrecerlo a ese amigo que toca mi puerta, que viene a buscarme a cualquier hora,  por eso Señor vengo a tocarte, a buscar que me des para dar, para tener que ofrecer.
El que enseña a orar salva una vida, tú me enseñaste a orar Señor y salvaste mi vida, salvas mi vida cada mañana, porque tu Palabra es salvación, por eso gracias te doy Señor porque la salvación que me das no se queda en mi como otros alimentos, la salvación es para darla, tu Palabra es el pan que salva, tu palabra trasciende, porque es Espíritu, es vida.
Gracias Señor porque me das la fuerza, la fe, la confianza para pedirte, aunque a veces decae mi fe, y siento a veces, con tristeza, que esta demás pedirte porque al final tú haces tu voluntad.
 Pero me invitas a pedir a insistir,  que aunque yo pida tres panes, si me pongo pesada, si pido con fe, El me dará todo lo que necesito. Porque el Padre siempre da en abundancia, el Padre sabe lo que necesito, lo que corresponde a mi vida lo que me hace Bien, para también salir de este cuarto, a vivir haciendo el Bien que hace conmigo, ser testigo con mi vida y mi palabra de que Él es un Dios que es Padre, Amoroso, compasivo, tierno, incomprendido muchas veces, muchas, pero paciente y lleno de amor y generosidad con los que le buscan, siempre les sale al encuentro aunque sea medianoche, en las peores horas de nuestra vida, a cualquier El abre la puerta para darnos lo que necesitamos  en abundancia porque es rico en generosidad.
Gracias Señor por tu palabra que me llena de vida, para dar, para compartir en este día.
Acompáñame Madre para vivir la Palabra, enseñar a orar, salvar la vida de los hermanos con la oración que me salva la vida cada día, que me hace decir Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino sobre nosotros y  hágase tu voluntad así en la tierra como en los cielos.
Dios nos bendiga.

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