Jesús contágianos tu deseo de llevar la palabra a todos los pueblos.



“Jesús bajó a Cafarnaúm, pueblo de Galilea. Enseñaba a la gente en las reuniones de los sábados,  y su enseñanza hacía gran impacto sobre la gente, porque hablaba con autoridad.
 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversos males se los llevaban a Jesús y él los sanaba imponiéndoles las manos a cada uno. También salieron demonios de varias personas; ellos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero él los amenazaba y no les permitía decir que él era el Mesías, porque lo sabían.
 Jesús salió al amanecer y se fue a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando, y los que pudieron dar con él le insistían para que no se fuera de su pueblo. Pero Jesús les dijo: «Yo tengo que anunciar también a las otras ciudades la Buena Nueva del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado.»
Salió, pues, a predicar por las sinagogas del país judío.” Lucas 4,31-32.40-44

Desde la lectura del Evangelio de San Lucas, iba preguntándole al Señor porque no se quedó en Cafarnaúm, cuando la gente le insistía para que no se fuera de su pueblo ya que su enseñanza hacia gran impacto sobre la gente. Pero ellos le insistían que se quedara por los milagros que iba haciendo. El Señor no quería que se quedaran con los milagros sino que entendieran que lo principal es la conversión, la salvación, que Él había venido para anunciar el reino a TODOS, no solamente a un pueblo, sino a llevar la Palabra por todo el mundo.
Jesús les hace ver lo más importante de su venida:
«Yo tengo que anunciar también a las otras ciudades la Buena Nueva del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado.»
La Buena Nueva es anunciar la  conversión, la sanación del hombre en cuerpo y alma, Jesús no se queda haciendo hospitales, ni comedores populares, eso lo va haciendo a su paso, pero lo principal para Él es anunciar el Evangelio:
Todo parte del anuncio que hace en la sinagoga: “El espíritu de Dios está sobre mí El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos, ya  los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos y proclamar la gracia del año del Señor”. Luc 4,18-19 PARA ESTO HE SIDO ENVIADO.
Dice la encíclica Evangelii Nuntiandi de el Papa pablo VI
“Como núcleo y centro de su Buena Nueva, Jesús anuncia la salvación, ese gran don de Dios que es liberación de todo lo que oprime al hombre, pero que es sobre todo liberación del pecado y del maligno, dentro de la alegría de conocer a Dios y de ser conocido por El, de verlo, de entregarse a Él. Todo esto tiene su arranque durante la vida de Cristo, y se logra de manera definitiva por su muerte y resurrección; pero debe ser continuado pacientemente a través de la historia hasta ser plenamente realizado el día de la venida final del mismo Cristo, cosa que nadie sabe cuándo tendrá lugar, a excepción del Padre.
"Nosotros queremos confirmar una vez más que la tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia" (36); una tarea y misión que los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez más urgentes. Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar el sacrificio de Cristo en la santa Misa, memorial de su muerte y resurrección gloriosa. La Iglesia nace de la acción evangelizadora de Jesús y de los Doce”.
El, en este tiempo nos ha llamado a nosotros así como los llamo a los Doce,  para que le ayudemos a curar su Cuerpo desde un carisma el Verbum Dei, carisma para su Iglesia, nosotros al igual que Jesús “nos dedicaremos a la oración y al Ministerio de la Palabra” Hechos 6,4.
Nos pide a nosotros sus amigos de confianza, a los que les tratamos a diario en la oración que le ayudemos en su misión de llevar el Reino de Dios por todos los pueblos, es su mandato, es su pedido. Si nosotros pobres seres humanos con nuestros problemas y debilidades no intentamos vivir cada día, paso a paso el evangelio ¿Quién lo hará? Nosotros sus amigos somos corresponsables de la vida o la muerte de Jesús en multitud de hermanos nuestros que por nuestra predicación podrían conocerle, amarle, seguirle ¿Qué le responderemos? El mundo está cansado de palabras y quiere ver, por eso el nos dice “cumple tu papel dentro del verbum Dei y dentro de la Iglesia, cada uno de nosotros es importante, a cada uno Jesús se ha dirigido, cada uno ha sido llamado, cada uno a su tiempo,
 En la parábola de la Viña del Evangelio de san Mateo, dice que el propietario de una viña salió a contratar trabajadores para su viña, salió de madrugada, salió de nuevo hacia las nueve, para decirles: Vayan ustedes también a trabajar a mi viña…salió otra vez al mediodía y luego a las tres de la tarde e hizo lo mismo…ya era la ultima hora del día, la undécima cuando salió otra vez y vio a otros que estaban allí parados sin hacer nada? Contestaron ellos, Porque nadie nos ha contratado” y les dijo vayan ustedes también a trabajar a mi viña. Mt 201-7
La Viña del Señor es inmensa, la viña del Señor es el mundo entero “El campo es el mundo” Mt 13,3 que debe ser transformado, por eso el llamado del Señor es constante, vayan ustedes también a anunciar el Reino, vayan a enseñar a las personas bautícenlas, id hasta los confines de la tierra, es un llamado constante, que no cesa, a través de toda la historia, vayan ustedes también a todos los pueblos, para eso han venido no interesa la hora, la etapa de nuestra vida o circunstancia en  que estemos todos somos llamados a predicar del evangelio,
Por eso No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio”  2Timoteo 4,5
“Fíjense en su modo de vivir, queridísimos hermanos. Examine lo que hace y considere si trabaja en la viña del Señor” San Gregorio Magno.
El Señor nos invita a todos los laicos de manera especial, a unirnos a El más íntimamente que hagamos nuestra su Causa, que nos asociemos a su misión salvadora de ir por todos los pueblos llevando la Buena nueva, ir a todas las ciudades los sitios a donde El debía venir. “la cosecha es abundante pero los obreros son pocos”.
Necesitamos escucharle personalmente en la oración para ponga en nosotros la urgencia de salir, ni importa en qué tiempo estemos, lo importante es anunciar el Reino así estemos sanos, enfermos, trabajando fuera o en casa, seas jóvenes o ancianos, inmigrantes, residentes, el llamado es para todos,  todos tenemos trabajo, no hay lugar para desocupados,  el Señor nos está esperando a todos, el campo de misione es muy grande, y nosotros, todos somos invitados a ser co-participes de este maravilloso envío de dar la Buenas nueva  a los que sufren, Jesús contágianos tus deseos de ira todas las ciudades yo también creo que para esto he sido enviada a este mundo. Lo demás es añadidura.
Pidamos a Nuestra madre nos ayude para oír  la voz del Señor y dejarnos contagiar  sus deseos de ir a todos los pueblos,

Dios nos bendiga.
nila

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