Pautas del Sábado 29 10 11 El ejercicio de cruz por muchos



2 Cor 4, 6-13
Con todo, llevamos este tesoro en vasos de barro, para que esta fuerza soberana se vea como obra de Dios y no nuestra.  Nos sobrevienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos; estamos entre problemas, pero no desesperados; 9 somos perseguidos, pero no eliminados; derribados, pero no fuera de combate. Por todas partes llevamos en nuestra persona la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona. Pues a los que estamos vivos nos corresponde ser entregados a la muerte a cada momento por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestra existencia mortal.  Y mientras la muerte actúa en nosotros, a ustedes les llega la vida. Tenemos el mismo don espiritual de fe que tenía el que escribió: Creí, y por eso hablé. También nosotros creemos, y por eso hablamos”. 
Le pedía al Señor me regale su Gracia para escucharle, porque el ejercicio de Cruz es algo que a veces no entendemos.
Señor, necesito conversar contigo porque de lo contrario me encuentro siendo yo el centro de todo, porque vivo mirando si me gustan o no las cosas, si me gusta o no la gente, su manera de ser de hablar de portarse etc. Todo llega a molestar cuando nos volvemos el centro de nuestra vida, le quitamos su lugar a Dios para ponernos nosotros.
Por eso Señor enséñanos a orar como conviene, escucharte para entender el ejercicio que nos propones, y poder dar vida a muchos junto a Tí.
“En el momento fijado te escuché y en el día de la salvación te ayude este es el momento favorable, este es el día de la salvación” 2Cor 6,2
Escuchar la Palabra del Señor es mi Luz y mi salvación, (Salmo 27) para no perder tanta Gracia recibida.
Te doy gracias Señor por la Luz que me da tu Palabra,  que me hace entender el sentido de nuestra vida, sobre todo en estos momentos el sentido de llevar la cruz.
Porque nos dices que a nosotros nos corresponde llevar tu muerte y tu Vida en nuestras personas, nosotros, humildes vasos de barro, estamos destinados a llevar un Tesoro, que maravilloso destino nos deparas Señor poder servirte, poder pagar en algo tanto bien que nos has hecho.
Ahora nos eliges y nos llamas para que a través de la cruz que vivimos muchos puedan encontrar la Vida, mientras a nosotros nos llega la muerte a ellos les llegue la Vida.
Hemos recibido la Gracia de ser llamados a estar contigo Señor de ser tus discípulos, tus ayudantes ayúdanos pues a ser auténticos discípulos, que lo soportan todo, persecuciones, privaciones, angustias, oposiciones violentas, fatigas, noches sin dormir, días sin comer, como dice Pablo pasamos de todo, unas veces nos critican otras nos honran, pasamos por mentirosos cuando decimos la verdad, por desconocidos aunque nos conocen  nos dan por muertos pero vivimos. El ser discípulos del Señor, no es para librarnos de las cruces como algunos piensan, buscarlo para que nos cuide. Seguir a Jesús es seguir sus pasos, y los pasos de Jesús llevan por caminos estrechos, difíciles,  porque son caminos que llevan al Reino de Dios, un Reino que no se ve pero se experimenta en el gozo de dar la Vida junto a Él.
Por todas partes llevamos la muerte de Jesús en nuestra persona, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona.
Señor,  antes yo no conocía lo que era la cruz desde tu Mirada, conocía lo que era sufrir pero nunca le encontré el sentido que correspondía, y por eso ahora me haces entender que tengo la grandeza y la dignidad de ser  un vaso de barro consagrado para ti.
A nosotros nos corresponde ser entregados a la muerte a cada momento por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestra existencia mortal.
Esta frase encierra todo lo que tenemos que entender Señor: A nosotros nos corresponde, asumir,  confiar, abandonarse, dejarnos en tus manos, decir “yo soy tu vaso señor haz de  mi lo que quieras”.
Ser barro dócil, bueno, moldeable darme cuenta que no tengo que quedarme mirando como sufro, o quejándome, de mi mala suerte, de mi destino, ¡Porque yo estoy destinada llevar el tesoro de tu vida en mi vida, eso es lo que me corresponde! Así de grande,  así de sencillo.
Esta es una misión sagrada, me corresponde ser vaso consagrado como el cáliz de la Eucaristía,  el cual contiene tu muerte y tu resurrección, que contiene dentro de sí la transustanciación, que al beber de tu cáliz nuestra vida se convierte en la Vida de Dios para muchos, tu nos has dado la capacidad de beber de tu mismo Cáliz.
El Señor nos hace la pregunta que les hizo a sus discípulos que querían ya estar en el Reino:
¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé?" Mt 20, 17-28 Ojala podamos responder con humildad como sus discípulos,…..Podemos Señor, contigo todo  lo podremos.
A nadie le gusta sufrir.  Jesús subió a la cruz por amor, nadie lo obligó, pudo huir,  librarse de la cruz, pero por a amor a nosotros la asumió, la amó…en esa cruz estábamos todos, allí,  Él nos estaba salvando, aceptó beber el cáliz del sufrimiento para enseñarnos que si nuestra cruz la miramos como oportunidad de redención para nuestros hermanos también  la vamos a amar, y decir como Pablo : me alegro cuando tengo que sufrir por vosotros así completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, a favor de su cuerpo, que es la Iglesia. Colosenses 1,24
El camino para comprender este misterio solo es nuestra Fe, y nuestra vida de oración unida a Jesús Palabra de Dios. Miremos a María que nunca nos deja ella permanece al pie de nuestra cruz.
Dios nos bendiga.
Nila 

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